La vida de un niño del Valencia CF corrió peligro en un torneo en Egipto
Según ha podido saber la Cadena SER, el menor, de 12 años, fue intervenido de urgencia por una perforación del duodeno y los padres del canterano están valorando con un abogado si presentan una demanda contra el club
Valencia
Una concatenación de malas decisiones pudo terminar en tragedia con uno de los niños de la Academia del Valencia CF, que ha tenido que pasar por el quirófano para ser operado de una perforación en el intestino delgado y que le ha obligado a estar hospitalizado en 'La Fe' durante los últimos 16 días.
El niño responde a las iniciales A.M. pero en el relato de los hechos la Cadena SER va a preservar la indentidad del menor y el de la familia que está tremendamente afectada por la sucedido.
Una plantilla formada por jugadores de 12 años y que estaban en el tránsito de categoría alevín a infantil, participó en el torneo de pretemporada Zed Clubs Cup, disputado entre el 25 y el 30 de agosto en Egipto y en el que compitieron otros clubes como el Gent, el Parma, el Marsella o el Utrech.
Al frente de la expedición se encontraba el nuevo director técnico de la Academia del Valencia CF, Marco Otero, como entrenador Vicente Castro, y para la atención de los futbolistas no se desplazó ningún médico y solo enviaron a un ayudante sanitario, Pepe de Los Santos.
El martes por la noche, tras el segundo día de competición, varios jugadores presentaron síntomas provocados por una presunta gastroenteritis con episodios más o menos agudos y que, a juicio de los responsables, no precisaban de una consulta externa, ni de un ingreso hospitalario.
El miércoles, coincidiendo con la jornada de descanso, la situación de A.M. no mejoraba y como medida preventiva se le aisló para que no compartiera habitación con otros compañeros para así evitar que el virus que había contraído pudiera propagarse entre el resto de miembros del equipo.
El jueves, todo se agudizó porque A.M. se tumbó sobre el césped tras realizar el calentamiento previo a la disputa del primer partido de la jornada y ya no pudo participar en los encuentros que estaban programados como consecuencia de las nauseas.
Los padres del canterano, que se encontraban presentes en el torneo, aunque hospedados en un hotel distinto al del equipo, hablaron con los responsables de la Academia para saber qué tratamiento estaba recibiendo su hijo y para transmitirles que si era necesario trasladar al jugador a un centro médico, ellos correrían con los gastos, a lo que el club reiteró que el jugador estaba siendo tratado, se le estaba administrando medicación y no había motivos para la alarma.
El viernes, los padres, alertados por un mensaje de su hijo en el que les aseguraba que no encontraba mejoría, se personaron en las instalaciones del hotel donde estaba concentrado el equipo con el propósito de comprobar cuál era su estado, pero el Valencia les negó el acceso por el protocolo de régimen de concentración, aunque se tratase de un torneo amistoso con niños de solo 12 años.
Los padres se vieron en la necesidad de hablar con empleados del hotel para entrar de manera furtiva en la habitación de su hijo y comprobar el estado en el que se encontraba el menor, con signos de deshidratación como consecucencia de continuos vómitos y diarreras que también quedaban reflejados en su ropa.
Nada de lo que había ocurrido hizo cambiar las directrices marcadas por los responsables allí presentes, de la Academia del Valencia CF, que impidieron que los padres permanecieran en el hotel del equipo cuidando de su hijo hasta que le expedición regresase a València un día más tarde, ni tampoco se les permitió salir anticipadamente del país por un problema que podrían tener con los visados, al tratarse de un viaje organizado en grupo.
El sábado 31 de agosto los padres, que volaban al margen de la expedición del Valencia CF, llegaron con algunas horas de antelación al aeropuerto de Manises esperando el aterrizaje de madrugada en el que regresaban los jugadores de la Academia.
En la terminal recogieron a su hijo, lo trasladaron al centro médico más próximo en Quart de Poblet y automáticamente se les derivó al Hospital 'La Fe' donde tuvo que ser operado con carácter de urgencia de una perforación de duodeno y de la que afortunadamente, tras 16 días de hospitalización y una pérdida de 7 kilos de peso, se recupera satisfactoriamente.
El equipo médico de 'La Fe' que ha tratado al canterano del Valencia les aseguró tras la intervención que si su hijo hubiese llegado unas horas más tarde su vida habría corrido peligro.
También, las noticias tras el postoperatorio fueron positivas y les han transmitido un mensaje alentador porque no parece que el niño pudiera tener secuelas físicas en un futuro.
El Valencia, en el transcurso de este tiempo de hospitalización, envió al doctor Antonio Giner para interesarse por el estado del futbolista, pero la familia dio instrucciones a los doctores para que el club no recibiera ninguna información del estado de A.M. ni de las pruebas que se le han efectuado en València y que apuntan a una infección por salmonela, que tendría un tratamiento con fármacos distintos a los que se le administraron al menor.
En estos momentos los padres están a la espera de recibir los últimos informes médicos para confirmar si hubo una mala praxis del Valencia CF, agravada por un impedimento para que se le practicaran las pruebas oportunas en Egipto e impidiendo el acceso de los padres al hotel para comprobar el estado de salud de su hijo.
Si verifican con datos la posible negligencia, valorarán con sus abogados interponer una demanda contra los responsables de la Academia del Valencia CF.