I+D+i contra el crimen

Zaragoza

El jefe del departamento de Investigación, Desarrollo e Innovación del servicio de Criminalística del laboratorio central de la Guardia Civil ofrecía esta semana una conferencia en Zaragoza, en la Universidad San Jorge, sobre los últimos avances científicos y tecnológicos de los investigadores judiciales.

A pesar del freno provocado por la crisis económica, el comandante José Carlos Cordero asegura que la Guardia Civil española tiene los mejores medios técnicos. Por ejemplo, para garantizar la custodia de pruebas periciales. Es decir, para garantizar que la prueba recogida, por ejemplo, en el escenario de un crimen es realmente la misma que llega al laboratorio para ser analizada, gracias al blockchain.

En Aragón, hace sólo unas semanas, la Guardia Civil reconstruyó sobre un escenario 3D, mediante láser, el doble intento de asesinato de Épila de marzo del año pasado, cuando un hombre de Illueca, supuestamente, tiroteó a los dos ocupantes de un vehículo que se dio a la fuga. Este caso todavía no ha sido juzgado.

El Servicio de Criminalística de la Guardia Civil también recreó hace un tiempo el crimen de Ricla: un hombre fue condenado a 11 años de cárcel por acabar con la vida de un joven en una bodega.

Las nuevas tecnologías podrían haber sido muy útiles para localizar a los dos alemanes que se ahogaron el pasado mes de junio en el pantano de Mequinenza. "Estamos trabajando en mejora de sensores ópticos", comenta el comandante Cordero, "que mediante drones submarinos puedan explorar por ejemplo profundidades de lagos, para encontrar personas ahogadas, vehículos, armas, drogas que pudieran haberse tirado al fondo del mar o de ríos... ".

En Aragón, nueve peritos se encargan de resolver el 35% de unos 200 informes anuales. El resto se derivan a Madrid.