La Federación de Peñas "rompe totalmente relaciones" con Ramírez

Las Palmas de Gran Canaria

Se le acaban los apoyos externos a Miguel Ángel Ramírez, propietario y presidente de la Unión Deportiva Las Palmas. Tras anunciar hace unos meses Ultra Naciente, su grupo de aficionados más significativo y bullicioso, su consideración de que el ciclo de MÁR estaba más que agotado, esta misma tarde, horas antes de recibir al Albacete, lo hizo público la Federación de Peñas del club, presidida por César García.

“Todo tiene un límite y el momento de esta federación ha llegado”. Así comienza el comunicado mediante el cual, “en asamblea general extraordinaria celebrado el 26 de septiembre”, se tomó esta decisión. Se reconoce en la misiva que en los últimos se había generado un clima positivo en distintas reuniones con el propio Ramírez, “pero insuficiente”. Destaca la Federación, entre los logros últimos conseguidos, “la campaña de abonados y la política de entradas, y que ha sido posible gracias al esfuerzo de todas las peñas que conforman la federación”.

Sin embargo, sostienen que se ve “que todo lo que depende del club parece que se empeñan en hacerlo mal: declaraciones desafortunadas y desafiantes, supuesta política deportiva seguida en el primer equipo que permite y fomenta la venta de jugadores canteranos de calidad y con proyección de futuro y el mantenimiento de descartes deportivos, amiguismos, enchufismos, medias verdades en presupuestos, fichajes…”.

“Todo esto”, continúa el texto, “nos ha llevado a romper totalmente relaciones con esta directiva y exigir un cambio de ciclo en la presidencia. Porque efectivamente el ciclo del presidente consideramos que se ha acabado”. Le “agradecen” a Ramírez “la labor y esfuerzo que hizo en su momento”, “pero en la actualidad el proyecto del club no existe y se necesita en nuestra UD Las Palmas aire fresco que la rejuvenezca”.

“Desde nuestros asientos en la grada intentaremos acelerar este proceso”, anuncian, aunque recuerdan que “el camino va a ser largo conocedores de que muchos compañeros de peñas y de grada ya no van al estadio por hartazgo, por vergüenza, por desarraigo”.