Así venció el Recre de Don Quiles
Tomás García analiza el partido de los albiazules ante el Don Benito
Huelva
El Recre está siendo, por el momento, como un vehículo que a veces parece circular como si llevase el embrague pisado. Las ruedas no están engranadas, el conjunto carece de solidez, y la falta de armonía le lleva a provocar demasiadas "averías en el sistema", errores aún propios de la falta de puesta a punto. De hecho, cuando pisas ese pedal antes de lo debido, se gana velocidad... sin control; el decano no ha encontrado la "estabilidad" hasta que al inicio de la segunda parte se ha visto con uno más en el campo, y entonces sí, la calidad de las piezas ha sido determinante: Recreativo 2, Don Benito 0, tal vez un partido feo con un resultado bonito, o tal vez el guiño de un equipo que gana sin estar bien, y que nos hace soñar con lo que vendrá, cuando además la enfermería esté vacía. Y mientras le hacemos y no el rodaje a este coche, vamos sumando de tres en tres.
Había visto al Don Benito jugar en su casa de un modo muy desenfadado, y salir mosqueado tras empatar nada menos que con el Marbella. A Huelva traían también una propuesta ofensiva, pero oculta en un plan: hacernos creer que iban a hacer lo contrario. El Recreativo ha salido con la firme intención de apabullar al rival, siendo dueño del balón todo el rato y jugando muy directo por ambas bandas: Ros quedaba a la izquierda buscando asociarse con Chuli, y Quiles, desde el otro lado, protagonizaba en el minuto 14 una jugada que anticipaba la tarde que nos iba a dar. Vergé y Gustavo también trataban de llegar por el centro pero la verdad, sin mucho orden, y con algunas imprecisiones. Y es que cuando el equipo ataca, a veces nota que le "falta gente", porque los extremos no están siempre cerca pero sobre todo porque Sergio, metido entre los centrales prácticamente como uno más, aún no ha llegado.
El Recreativo ha jugado con un 4-1-4-1 que ha nos ha mantenido entretenidos mientras hemos tenido la posesión, pero que ha hecho aguas cuando la hemos perdido: porque ese era el plan del Don Benito, aguantar el chaparrón durante los primeros minutos para, sin avisar, ponerse 4-3-3, realizar una presión alta y provocar continuos robos cerca de Nauzet. Así han creado en diez minutos más situaciones de peligro que nosotros en media hora. Cuando el colegiado ha señalado el camino a los vestuarios, alguien junto a mí ha dicho "lo mejor que podía pasar ya", y no se resume mejor la primera mitad.
La segunda ha comenzado con dos goles de Chuli: uno se lo han anulado, y el otro se lo ha metido a Mario Gómez, cuya expulsión lo ha cambiado todo. Carlos Martínez, quien ya había entrado por Vergé, va a formar con Nano la pareja perfecta, y a va dejar a Quiles donde más le gusta, de mediapunta por el centro. Aún así los visitantes no renuncian, pero con uno menos y las fuerzas más justas, Sillero, Artiles o Dani López ya no llegan con claridad, y en un intento de aguantar lo que queda, van cayendo los cambios de Juan García.
Debió sentirse sorprendido, Monteagudo, al ver que a estas alturas aún tenía la posibilidad de mover ficha; el lugar por el que menos estaba entrando el Recre era por banda derecha, y la solución estaba en el banquillo: Óscar Ramírez sustituía a Cera y sólo esperó a que entrase Fran, para poder decir que la suerte la trajo el niño. Su pase a Carlos Martínez suponía el 1-0 y el futbolista que más lo necesita ponía al revés el Nuevo Colombino. El Recre estaba 4-2-3-1 desde el último minuto del primer tiempo, y jugaba a placer camino de un segundo tanto, que bien merecía como premio el mejor del grupo IV de Segunda B: a Quiles, en "uno de esos días", sólo lo pueden parar a patadas. Y a veces ni eso. Vaya potencia mientras conduce la bola, vaya clarividencia cuando llega la hora, y vaya recortes; me ha recortado a mi, sentado en la grada. 2-0 y fin de la historia.
La marca Recre es de las mejores de la categoría, por eso, y aunque tenga muchas "piezas en el taller", los repuestos "funcionan". Eso sí, el entrenador dice que los siete lesionados podrían ser titulares, y por supuesto, pero no a todo el mundo echo en falta igual: resulta crucial la vuelta de Rivero, insustituible, que es quien está dotado para hacer jugar a todos los demás, con un sólo toque. Y es urgente (o no, mientras vayamos ganando) que el equipo tenga empaque, que junte más las líneas y que cierre algo mejor. Atrás, y más allá de las fases por las que ha pasado el encuentro, hoy han estado muy bien: Morcillo se ha mostrado seguro, Cera ha estado muy cumplidor, y Diego... Diego es imprescindible en este equipo. Y luego está Nano, que no es de esta categoría, como Quiles. Pero bueno, el Recre tampoco. Próxima revisión, Sanlúcar.