Resquicios y excepciones para todos

Bilbao

Era en agosto, visitaba Erkoreka, el portavoz del Gobierno, la radio para una entrevista. Se temía ya lo peor, la repetición de las elecciones, y estaba resignado. El gobierno central había apurado hasta la misma campaña electoral para la última transferencia a Euskadi, la de la AP-68. Había otras tres muy avanzadas: prestaciones sanitarias del seguro escolar; productos farmacéuticos; y ayudas a la jubilación en casos de EREs. Y un calendario pactado hasta fin de año. Pero un gobierno en funciones debe limitarse al despacho ordinario de asuntos públicos. La ministra de Hacienda encargó un informe para explicárselo a las autonomías que pedían las entregas a cuenta de la financiación autonómica. No quedaba otra que aguantar.

Ahora la precampaña electoral ha obrado el milagro. El Gobierno socialista ha encontrado un resquicio legal para desbloquear esos pagos, incluso, escucharon ayer a Sánchez, activar el 155. Y el Gobierno de Vitoria, bueno la parte peneuvista, pregunta qué hay de lo mío. Y argumenta que si en funciones se puede intervenir una ley orgánica aprobada por las cortes y ratificada en referendum como el Estatut, se podrá también transferir materias pendientes y completar el Estatuto de Gernika. Continuará.