Malena Contestí, política de raza

Palma

A veces me he preguntado cómo sería la despedida de un jugador o jugadora de rugby de su partido político.

La respuesta es Malena Contestí, que ha embestido con su comunicado contra Vox entre los brazos sin mirar atrás y sin preocuparse de los inevitables placajes, hasta rodar por los suelos en el touchdown final.

Con su verdad por delante, Contestí ha acometido a esa ultraderecha moderada que presume de llamar al pan pam y al vino fino.

Contestí es una política de raza, mucho más articulada que la media nacional, de ahí que su portazo fuera ayer la noticia más comentada en toda España.

De un papirotazo, ha ridiculizado a Jorge Campos, a Santiago Abascal y a Espinosa de los Monteros, porque la ultraderecha moderada tiene un problema de liderazgo.

Y habrá que aportar alguna matización.

Contestí sería más creíble si hubiera renegado de Vox antes de perder la condición de diputada y candidata.

Y dos, ha sido la última en enterarse de que se alineaba en un movimiento homófobo, misógino y franquista.

Malena Contestí, una buena política sin un partido a su altura.

Podría formarse un gran partido con todos los políticos que comparten esa orfandad.