De after en La Albericia
Ania puso al equipo a entrenar a las 7:15, nada más bajar del autobús
Santander
No era una fiesta, por supuesto, pero tampoco un castigo. Fue una necesidad, hacer una sesión regenerativa para que los que jugaron contra el Albacete descargaran la tensión de su musculatura, y la única manera de conseguir, a cuatro días de otro partido, que sus jugadores tuvieran un día más o menos libre,
AIexis publicó en su Instagram a las 7:33 la prueba del entrenamiento que les organizó Ania nada más bajarse del autobús tras cruzar media España, desde Albacete, toda la madrugada. Y como se ve en los risueños rostros del propio malagueño y de sus compañeros Cayarga, Moi, Nuha Marong y Álvaro Cejudo, no se tomaron mal, sino todo lo contrario.
Si el viaje Albacete-Santander ya es de por sí largo, el que realizó el Racing estuvo gafado desde el arranque. La hora prevista de salida del estadio era en torno a las 22:00, pero el control antidoping retrasó todo dos horas. Ese fue el tiempo que tardaron en cumplir el trámite Mario Ortiz y Buñuel. No había forma de que rellenaran el recipiente. La paliza que se dieron los dos sobre el césped debió hacer que todo el líquido que tenían abandonara su cuerpo vía sudor. Beber y esperar, no quedaba otra. A sus compañeros, en el autobús, les trajo un motorista unas pizzas a modo de tentempié.
Más tarde, en torno a la una de la madrugada, la expedición paró en Honrubia, en la provincia de Cuenca, para dar cuenta de la cena contratada en un hotel de la localidad para, de inmediato, tomar carretera y manta hasta Santander. Pese a llevar dos conductores, los más de 600 kilómetros hicieron que el autobús no llegara a Santander hasta las 7:15 de la mañana.
Los que sí estuvieron el martes a la hora habitual en La Albericia fueron los siete futbolistas de la primera plantilla que no viajaron a Albacete: Iván Crespo, Abraham, Toribio, Jon Ander, Kitoko, Yoda y Figueras. Los dos últimos no parecen descartados para jugar el domingo contra el Girona (20:30).