La plataforma 'Democràcia en Verd' se reúne para defender unos puertos sostenibles ante la emergencia climática

Valencia

El lobby ecologista 'Democràcia en Verd' se ha reunido este sábado en València para diseñar estrategias conjuntas y establecer líneas de colaboración contra los macrodepósitos de combustible que pretenden instalarse en el puerto de Alicante y contra la ampliación norte del puerto de València. La presidenta de la plataforma, Carmen Sánchez Brufal, recuerda que en la Comunitat se ha declarado la emergencia climática, por lo que operaciones como estas, que se aprobaron antes de la declaración de emergencia, ya no son viables.

Sánchez Brufal asegura que, con esas actuaciones en los puertos, no se están teniendo en cuenta factores como el impacto que eso tendrá en otros sectores de las ciudades, y critica que sean los propios ciudadanos los que tienen que defender el interés general, mientras las Administraciones, al parecer, defienden el interés particular. Por eso, indica también que es necesario "reeducar" a los políticos y a los administradores de los puertos en la situación "real" de emergencia y de crisis climática y social.

"En la Comunitat se ha decretado la emergencia climática y eso cambia rotundamente todas las operaciones que se hagan sobre terreno público", insiste la presidenta de 'Democràcia en Verd', que añade que, además, estas obras cuentan con inversión pública. Por eso, la plataforma ve la necesidad de coordinarse, ya que están "hartos de ir a la defensiva" y que la Administración "no ponga soluciones".

Asegura que los promotores de este tipo de operaciones "venden" a los ciudadanos una riqueza y unas previsiones económicas que después son "absolutamente falsas". "Nos quieren seguir tomando el pelo diciendo que esas propuestas van a ser la solución", añade. Por esta razón, desde la plataforma quieren actuar "unidos" para "acabar con la opacidad con la que funcionan los puertos".

Sánchez Brufal lamenta que, mientras la política tiene "su poder legislativo y su poder ejecutivo", los ciudadanos tengan que "arrinconarse" en el poder judicial, el "único" con el que pueden "parar determinadas cosas". No obstante, asegura que quieren actuar "como una fuerza de presión al poder político", por lo que seguirán yendo a los tribunales con este tipo de operaciones. Eso sí, lo harán con "unos medios de ciudadanos voluntarios que están luchando por el interés general", algo que define como "el mundo al revés": "Eso no puede funcionar así, tienen que ser los políticos los que defiendan el interés general y a los ciudadanos".