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SD Compostela

El Compos madura en la adversidad

Los santiagueses remontan en inferioridad numérica contra un Polvorín que llevó al límite a los de Yago Iglesias. Brais Abelenda volvió a marcar y dio la asistencia del gol de la victoria a Saro, para neutralizar el tanto, de penalti, de Escobar.

Los jugadores del Compostela, celebrando el gol de Brais Abelenda / Amreco

Santiago de Compostela

La SD Compostela sigue creciendo, con la tranquilidad que da hacerlo con triunfos que evidencian que el trabajo da sus frutos. El combinado de Yago Iglesias, que durante las tres temporadas anteriores demostró que era uno de los que mejor (si no el que mejor) fútbol desplegaba en la categoría, también está aprendiendo a sufrir y a moverse en la adversidad. Pocos rivales han exprimido al Compos en el Vero Boquete de San Lázaro como el Polvorín, y la reacción de los santiagueses, en un escenario muy adverso, fue encomiable.

En la soleada tarde de domingo, el Compos sabía de la dificultad que entrañaba el rival, un filial con jugadores muy jóvenes, con una propuesta de fútbol atractiva. Después de la “semana de Champions” de los compostelanos, con el partido del jueves contra la Arandina, Yago Iglesias siguió moviendo piezas pero, sobre todo, el planteamiento.

Así, el once fue muy reconocible, con la novedad de Hugo Sanmartín por el flanco izquierdo, partiendo ya desde el inicio. Aunque la SD Compostela no renunció a su idea de juego, sí que cedió más el balón a su rival que en los anteriores partidos. El Lugo comenzó avisando en una jugada de estrategia, y replicó de inmediato el Compos, con las internadas de Miki por el costado diestro, de nuevo imparable en sus arrancadas. El extremo sirvió un pase de la muerte para una doble ocasión: primero Brais Abelenda y acto seguido Hugo Sanmartín se encontraron con dos sensacionales paradas de Ángel Fraga.

Parecía que el partido iba a ser de ida y vuelta visto lo visto en el primer cuarto de hora, pero se amodorró con el paso de los minutos. El Polvorín supo llevarlo a su terreno, con dominio de la pelota y buscando las carreras de Chiqui y de Escobar. En un balón en profundidad, precisamente, llegó una de las acciones clave del partido.

Un pase largo, desde área propia, cogió desprevenido a Soto, que se desentendió del balón para derribar al delantero lucense. El árbitro, Rubén Pérez Martínez, muy pitado por la afición, consideró que merecía la roja. Soto era el último hombre, y pese a que separaban 40 metros la portería del punto de la infracción, el hecho de que el central no tuviese intención de jugar el balón, y que no hubiera más defensas, propiciaron su expulsión.

Fue conservador en esos momentos el Polvorín, que no explotó la inferioridad de un Compos que se tuvo que reorganizar. Yago dio entrada a Queiruga para que acompañase a Casas en el eje de la zaga y retiró a Josiño. Los lucenses pecaron de precipitación y no encontraron la forma de intimidar a Pato Guillén.

El paso por los vestuarios sentó muy bien a los visitantes, que en el minuto dos del segundo tiempo forzaron un penalti, que no perdonó Escobar, y que tuvieron un par de ocasiones para sentenciar. Guillén se agigantó para evitar que los lucenses ampliaran el colchón.

El escenario para el Compos no podía ser más preocupante: al desgaste físico de haber jugado contra la Arandina, había que añadir la expulsión que los dejaba en inferioridad durante una hora, y la necesidad de remontar. Era el primer gol que encajaban los santiagueses en casa, y la primera vez que tenían que darle la vuelta a un partido jugando en San Lázaro.

Y en la adversidad se creció la SD Compostela, que despertó gracias a un latigazo de Brais Abelenda. El delantero, sigue de dulce, volvió a marcar y poco después añadió una asistencia a otro expediente de servicio sobresaliente. Corría el minuto 62 cuando Jimmy se abalanzó sobre Rayco para recuperar el balcón en las proximidades del área del Polvorín, sirvió a Abelenda, que con un toque sutil dejó a Saro, el otro lateral, solo contra Ángel. La definición del carrilero del Compos, elegante, exquisita, hizo estallar a San Lázaro.

Durán intentó agitar a los suyos con un triple cambio, pero fue en vano, porque la SD Compostela apenas hizo concesiones en la media hora final, y exhibió su vertiente más pragmática y madura en el tramo final, gobernando el tempo del partido, dejando correr los minutos sin que pasase nada más que el tiempo.

El Compos se apuntó una victoria de mucho mérito contra un rival muy sólido, y mantiene su pleno de triunfos en casa. Los de Yago Iglesias se aúpan a la segunda plaza, son colíderes con el Ourense (18 puntos), y siguen creciendo con el paso de las semanas. Este equipo, además de jugar bien al fútbol, aprende a moverse también en la adversidad.

 
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