Tres trabajadores de Vesuvius se han encerrado en la Catedral de Oviedo para exigir una solución al conflico que amenaza sus puestos de trabajo. La dirección de la empresa sigue rechazando retirar el ERE de extinción que dejaría en la calle a los 111 trabajadores de la planta de la multinacional en Riaño (Langreo) y a otros 17 de la factoría de Miranda de Ebro (Burgos). El plazo se les acaba. El lunes finaliza el período de consultas del expendiente de regulación de empleo que pasaría a ejecutarse, y estos tres trabajadores, tal y como dicen en un vídeo que han distribuido en redes sociales, y en el que no se les ve la cara porque prefieren mantener su anonimato, han decidido llevar a cabo este encierro «luchando por nuestro puesto de trabajo y la dignidad, no podemos permitir que se rían de Asturias». Con las camisetas naranjas que ya identifican a los trabajadores de Vesuvius en sus movilizaciones finalizan la grabación gritando uno de sus lemas: «Asturias ponte en pie». Su intención es mantener su encierro hasta tener una solución al conflicto. SE encuentran en el despacho del Deán de la Catedral, al que han agradecido que no les haya puesto ningún problema para entrar y permanecer allí. En el exterior de la catedral más trabajadores de la planta de Riaño les apoyan junto al presidente del comité de empresa, Juan Manuel Suárez Baragaño y el secretario general de lndustria de CCOO, Damián Manzano, que también han estado dentro con los encerrados. Casi un año, 318 días, permanecieron encerrados en la Catedral de Oviedo, encaramados en la torre gótica, varios trabajadores que habían sido despedidos de Duro Felguera. Fue entre diciembre de 1996 y noviembre de 1997. Ellos consiguieron su objetivo, sus puestos de trabajo. Tras su encierro, en un gesto simbólico, estos trabajadores entregaron un «gomeru» al por entonces Arzobispo de Oviedo, Gabino Díaz Merchán.