Hospital Provincial, 50 años ayudando a curar
La Fundación para la Documentación y Conservación de la Arquitectura y el Urbanismo del Movimiento Moderno lo señala como "edificio paradigmático de la arquitectura moderna de Córdoba"
Córdoba
El Hospital Provincial fue inaugurado el 3 de junio de 1969. Este edificio ha recibido la placa Docomomo que otorga la Fundación para la Documentación y Conservación de la Arquitectura y el Urbanismo del Movimiento Moderno y que lo señala como “edificio paradigmático de la arquitectura moderna de Córdoba”. El edificio fue proyectado por Rafael de la Hoz y Gerardo Olivares y según lo definió el profesor Alberto Villar “es un ejemplo del lenguaje internacionalista de la arquitectura moderna, preconizada por Le Corbusier, Alvar Aalto o Walter Gropius”.
La entrega de la placa por parte del Colegio de Arquitectos ha tenido lugar en un acto al que ha asistido el hijo del arquitecto, Rafael de la Hoz Castanys.
Entrevista a Rafael de la Hoz. Reconocimiento DOCOMOMO al Hospital Provincial.
03:27
Compartir
El código iframe se ha copiado en el portapapeles
<iframe src="https://cadenaser.com/embed/audio/460/019RD010000000245695/" width="100%" height="360" frameborder="0" allowfullscreen></iframe>
Con este gesto se pretende trasladar a la sociedad la importancia de este patrimonio y ponerlo en valor como parte de la cultura del siglo XX, para fomentar su protección y su conservación. En Hoy por Hoy Córdoba hemos conversado sobre el Hospital Provincial con los arquitectos Ángela Bascón y Antonio Lara, del Colegio de Arquitectos de Córdoba.
El Hospital Provincial, 50 años ayudando a curar. Entrevista a Ángela Bascón y Antonio Lara. Arquitectura.
09:48
Compartir
El código iframe se ha copiado en el portapapeles
<iframe src="https://cadenaser.com/embed/audio/460/019RD010000000245705/" width="100%" height="360" frameborder="0" allowfullscreen></iframe>
El edificio, constituido por dos paralelepípedos, vertical y horizontal, tiene 12 plantas, que descansan sobre la colina de los Quemados, el más antiguo asentamiento prerromano de la Córdoba turdetana. En él se ubican servicios como Urología, Cirugía Plástica, Traumatología, Oncología Médica, Oncología Radioterápica, Infecciosos, Reumatología, Salud Mental, Medicina Interna, Radiodiagnóstico, Anestesia, Dermatología, Cuidados Paliativos y Alergología.
La hospitalización se concibió como un hotel y la zona de diagnóstico y tratamiento que fuera flexible y expansiva. Destaca por su iluminación natural, los balcones de las habitaciones, la organización y dimensionamiento de las circulaciones de quienes recorrerían sus estancias. Las áreas diagnostico-terapéuticas y de almacenamiento ocupan las plantas semisótano y baja y las restantes se destinan, sobre todo, a hospitalización. Ahora que los centros sanitarios se preocupan de evidenciar su interés en humanizar el trato al paciente, Rafael de la Hoz y Gerardo Olivares ya lo hicieron desde la arquitectura con espaciosas habitaciones con balcones que miran a los jardines, dignificando la estancia del paciente.
El edificio ha soportado muy bien el paso del tiempo, y se ha ido adaptando a las necesidades que han surgido desde el punto de vista asistencial, como por ejemplo la de incorporar nuevas tecnologías y circuitos asistenciales.
Cuando se construye este edificio ya funcionaba la Residencia Teniente Coronel Noreña (1957-2004) y el Hospital de Agudos del Cardenal Salazar (desde 1724) que gestionaba la Diputación Provincial de Córdoba que se había ido encargando de hacer evolucionar el concepto de “beneficencia pública” por el de “derecho a asistencia sanitaria” según recoge Manuel García Parody en el libro “El silgo XX en Córdoba a través de sus noticias”. Ese hospital sirvió de centro clínico para los profesores y estudiantes de la Facultad de Medicina que se puso en marcha en 1870.
Los enfermos mentales habían sido derivados en 1927 hasta el Hospital de la Misericordia, en la avenida de las Ollerías, donde el doctor Ruiz Maya se empezaba a preocupar de que fueran atendidos de forma más humanitaria. Cabe recordar que en el Hospital de Agudos del Cardenal Salazar se les encerraba en jaulas, llegaron a tener un total de 20 en 1847.
Con ese afán de modernizar la medicina hospitalaria y la atención psiquiátrica, el entonces presidente de la Diputación Antonio Cruz Conde impulsó la construcción de este nuevo hospital que Franco inauguró en 1969, siendo alcalde Guzmán Reina. El dictador subió a la novena planta y dejó una placa de recuerdo. Fue la última vez que vino Franco a Córdoba y aprovechó también para dar por inaugurado el psiquiátrico de Alcolea, la iluminación interior de la Mezquita, donde entró bajo palio, y el pantano de Iznájar. De vuelta a la capital, cenaron en el Alcázar de los Reyes Cristianos. A la mañana siguiente Franco se fue.
Al acto de colocación de la placa Docomomo han asistido también las autoridades sanitarias, encabezadas por el Consejero de Salud, Jesús Aguirre.