Tres puntos pasados por agua

Valladolid

El Real Valladolid Promesas sigue con paso firme en la Liga y volvió a ganar en Los Anexos donde firma un pleno de victorias hasta el momento, cinco de cinco, lo que le sitúa en los puestos altos de la categoría.

El partido se desarrolló bajo la lluvia, por momentos intensa, pero el césped de Los Anexos aguantó bien y no hubo problemas para que se jugara. El choque empezó con el Promesas intentando dominar, pero con el Alavés fabricando las oportunidades más claras a la contra. Rodrigo ponía en aprietos a Gaizka Campos y Doncel tenía que acudir en la ayuda del portero para sacar un balón bajo palos. Minutos después de nuevo una contra culminada por Rodrigo podría haber abierto el marcador, pero el cancerbero blanquivioleta lo impidió. 

A partir de ese momento los de Baraja empezaron a tomar conciencia del partido, dominando el balón y teniendo la posesión, estéril eso sí, ya que no fabricaban oportunidades. El partido dio un giro en el 38, ya que Rodrigo (Alavés) fue expulsado por pisar y golpear a un contrario en el talón. Muchos minutos para el conjunto vasco con un hombre menos por delante y si embargo, los de Iñaki Alonso se situaron aguerridos en el campo.

El partido era malo, acorde con el día gris, desapacible y con lluvia permanente. Aún así el público acudió en buen número bien pertrechados de paraguas. La segunda mitad empezó con el Promesas intentando avasallar al rival y hacer valer la superioridad numérica, pero no logró cristalizar las oportunidades que fabricó y para colmo de males vio como Alende era expulsado en el minuto 55 y las fuerzas se equilibraban.

Fue entonces cuando el Alavés cogió aire, se envalentonó y quiso sacudirse el dominio, lo que provocó una perdida de balón, la contra del Promesas y entre Doncel y Miguel fabricaron el gol de la victoria en el minuto 57. Desde el gol al final igualdad y algo de sufrimiento por lo corto del resultado y lo resbaladizo que estaba el terreno de juego, pero el conjunto blanquivioleta aguantó y firmó una victoria por la mínima que le sirve para mantener su imbatibilidad en casa.