'Debatir para avanzar'

Algeciras

Debatir sobre periodismo y desde varias perspectivas es siempre enriquecedor, más aún cuando se hace con la aportación de profesionales de diferentes culturas. Es lo que hacemos en los Congresos de Periodistas del Estrecho donde nos reunimos profesionales de ambas orillas. Este pasado fin de semana el Congreso tenía como objetivo profundizar en el papel de la mujer en los medios de comunicación. Quedó de manifiesto que a pesar de la amplia presencia de la mujer en las redacciones de los medios, esta paridad no se corresponde con su participación en los puestos de dirección. El techo de cristal para acceder a los cargos de responsabilidad es, hoy por hoy, bastante difícil de romper.

Echamos de menos una mayor incidencia de la perspectiva femenina en los objetivos empresariales y de comunicación de los medios. En el encuentro celebrado en la localidad granadina de Almuñécar quedó también constancia de que esta profesión en general sufre un alto índice de parados y sueldos a veces de miseria, pero es que el 64% de los periodistas parados son mujeres. Hay parcelas, como es el periodismo de opinión, donde el 79% de los artículos llevan rúbrica masculina. El paternalismo en el trato hacia las profesionales mujeres también esta presente en algunas redacciones, sin obviar cierto trato diferenciado hacia las profesionales por parte de algunos sectores de la sociedad cuando hay que cubrir determinadas informaciones. También hay espacio para el acoso o violencia de género en el ejercicio de la profesión, dentro o fuera de las redacciones.

Con todo, quedó patente la gran diferencia que aún existe en el desempeño de la profesión por parte de las mujeres en Marruecos. Les apoyamos desde este lado del Estrecho en su lento progreso por alcanzar una igualdad real en el ejercicio de la profesión, muy ligada a la reivindicación de una sociedad igualitaria y equitativa entre hombres y mujeres. A nosotras las españolas nos queda mucho por avanzar, pero nuestros pasos les están sirviendo de referente.

Ellas se mueven y reclaman esa igualdad que tanto les está costando obtener en una sociedad con tradiciones muy arraigadas. Se esfuerzan para ir demostrando que son capaces, al igual que sus compañeros de profesión, de cubrir una información de carácter político o económico o un partido de fútbol en vez de ser relegadas a escribir sobre moda o cocina. Ellas tienen mucho que decir para poder seguir haciendo.