Narcisismo digital
La reflexión de Ana Díez, médico de familia

Valladolid
Nació en 1828 de la mano de Louis Daguerre como forma particular de visualizar imágenes. Con el transcurso de los años se fueron utilizando diferentes productos químicos y acoplando artilugios mecánicos, el flash, el color, y otras técnicas que fueron perfeccionándola.
Todos supondrán ya que hablo de la fotografía, ese procedimiento que permite fijar y reproducir imágenes. Ese procedimiento que ha captado imágenes y hechos importantes de la realidad a lo largo de todos estos años y que se ha convertido en una herramienta indispensable para la ciencia, el arte, la publicidad y el periodismo. También para la medicina, la biología, la cartografía, la geología y la arqueología entre muchos otros beneficiados. Indispensable para el desarrollo del cine y las agencias de noticias. En definitiva, para documentar la realidad.
Internet y las llamadas nuevas tecnologías incrementaron aún más las posibilidades de esta técnica, principalmente con la oportunidad que ofrecen de manipulación de las imágenes.
Sí, posibilidades mayores y también más peligros y riesgos. Y no solo en niños y adolescentes, que parece que siempre son los más vulnerables. También y esto es aún más grave, en adultos, en personas que, amparadas en su muy mayoría de edad y en creer que actúan bajo su propia voluntad, exponen su imagen a una población que no necesitaba saber nada de su vida.
¿Acaso ahora necesitamos el beneplácito de los demás a todo lo que hacemos? ¿Acaso tengo que comunicar a mis vecinos, a mis compañeros de trabajo, en definitiva al resto de la humanidad todo lo que me ocurre, la ropa que uso, el nuevo peinado y hasta las nuevas gafas que me he comprado? ¿No sabemos vivir sin eso? ¿Nos hace más importantes o más famosos?
Yo creo que quien muestra tanto su intimidad, su vida personal, dónde fue el fin de semana, con quién viaja, está demostrando una tremenda baja autoestima, una tremenda inseguridad. Una enorme necesidad de que alguien diga que le gusta lo que ha publicado. Y esto tiene nombre. Se llama narcisismo digital.
Ya sé que habrá quien diga que cada uno puede hacer lo que quiera, pero esta situación hace caer al egocéntrico en una situación de increíble falsedad, una visión idealizada de sí mismo, totalmente desconectada de la realidad, porque siempre habrá más de un idiota que se encargue de dar un like o los que hagan falta sin ningún criterio.
Esta desconexión de la realidad hace que el egocéntrico se crea más maduro, responsable y con más autoestima aunque, en realidad, sea todo lo contrario, aunque en realidad salga perjudicado.
¡Ojo!, con todo lo anterior no quiero dar la impresión de que estoy en contra de las redes sociales. Como todo en esta vida, cuando se hace un uso responsable resultan una herramienta de gran utilidad.
Y, no olvidemos que aunque la apariencia externa es importante, también hay que mirar hacia dentro, que es lo que realmente da sentido a nuestra vida, porque quien necesita hacer tanta exhibición y tanto aplauso de otros demuestra muy poca vida interior.




