La sanidad pública madrileña ha ofertado desde 2017 una técnica para combatir el dolor que no avala el Ministerio de Sanidad

Madrid

El ‘mindfulness’ es un tipo de meditación que en castellano se podría traducir como atención plena. Una técnica con tantos partidarios como detractores y que, en cualquier caso, no cuenta con el aval del Ministerio de Sanidad. El departamento que dirige María Luisa Carcedo publicó en febrero un listado de 73 prácticas que considera directamente pseudoterapias y una segunda lista con otras 66 que pone “en evaluación” porque no se ha acreditado suficientemente su efectividad. En este segundo grupo es en el que se sitúa el ‘mindfulness’.

A pesar de eso, la Escuela Madrileña de Salud, dependiente de la Consejería de Sanidad, ha venido ofertando desde 2017 un taller mensual de 10 horas basado en esta técnica para combatir el dolor crónico de espalda. Se impartía todos los meses entre septiembre y junio. El mes pasado se retomó el curso después del verano, pero se ha interrumpido de forma abrupta en octubre, en cuanto la Cadena SER ha preguntado por él. Según la Escuela Madrileña de Salud porque el centro está en obras, aunque sus trabajadores no tenían constancia de ninguna reforma.

La Consejería justifica su existencia porque -según responde a una consulta cursada a través del portal de transparencia- “no tiene carácter terapéutico o de tratamiento, sino educativo”. No dice lo mismo el folleto del propio curso. Una de sus diez sesiones, la tercera, se dedica al “inicio a la meditación terapéutica”. Es la misma jornada en la que se enseñaba, por ejemplo, el ejercicio de la uva pasa.

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Nazaret Castellanos, directora de investigación de la Cátedra Mindfulness y Ciencias Cognitivas de la Universidad Complutense y el centro Nirakara, cree que hay evidencias científicas “más que de sobra” para aplicar esta técnica en centros de salud públicos. “La práctica de la meditación provoca cambios en nuestro cerebro en solo ocho semanas”, defiende Castellanos. “Tan pseudocientífico es rechazar algo sin más, como que se acepte sin discusión”, asegura, así que le parece perfecto que el Ministerio someta a revisión el ‘mindfulness’. Fernando Frías, abogado experto en pseudoterapias, cree que la acreditación de este tipo de meditación “está muy en mantillas”. No niega que pueda ser útil como una herramienta más para relajarse, pero insiste en que “no hay indicios de que tenga todas esas propiedades terapéuticas, que se le atribuyen alegremente”.

Sanidad asegura que el curso no ha tenido un coste añadido para las arcas públicas porque lo imparte un fisioterapeuta que está adscrito al propio centro durante su jornada laboral. Los niveles de asistencia, según los datos conseguidos a través de Trasparencia, son más bien discretos: 104 personas desde que se puso en marcha, en un taller con 20 plazas disponibles cada mes.

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