Los cien días de Barbón

Asturias

“Asturias tiene más futuro que pasado”. Adrián Barbón cumplía ayer sus cien primeros días al frente del Gobierno regional y lo hacía con este mensaje de optimismo, aunque sin alejarse de la realidad, pues también subrayaba que sería un mal presidente si no reconociese que “hay problemas”. No ha modificado las líneas marcadas en su investidura, plagada de optimismo y guiños a “las posibilidades de Asturias”, lo que es un buen punto de partida, pues yo también soy de los que quieren ver la botella medio llena, que ya está bien de mensajes apocalípticos de los de siempre y con los intereses de siempre. No se puede hacer un análisis de gestión en un periodo tan corto y es pronto para pedirle cuentas, pero sí ha dejado muestras de por dónde pueden ir las líneas de su Ejecutivo. Cabe destacar su empeño por marcar un estilo diferente al de sus predecesores. Su cercanía a los ciudadanos, su capacidad de diálogo y la disposición a la negociación han marcado su acción de Gobierno. Se ha reunido con todos los alcaldes, ha iniciado las negociaciones para la concertación y la financiación y ha aprobado su primer proyecto de ley, el de garantía de Derechos y prestaciones vitales. Pero este buen inicio deberá ser acompañado en los próximos meses de resultados que frenen las grandes amenazas y los serios problemas de nuestra región. Los 83.000 trabajadores menos en una década y los informes que apuntan a que Asturias será la única comunidad que destruirá empleo y la que menos crecerá amenazan el futuro con la misma fuerza que la incertidumbre por las industrias electrointensivas, la descarbonización y el despoblamiento. Por tanto, tiene ante sí el reto de frenar esta inercia y trazar el rumbo de una Asturias que será diferente, pero no por ello menos buena, menos atractiva o con menos oportunidades. El porvenir de nuestra región pasa por el empuje de su Gobierno, dado además la inexistencia de una oposición consistente en la Junta. Así que no nos queda otra que encomendarnos a su buen hacer y desearle suerte, que será la de todos.