La conselleria trampa

Valencia

Iba a ser una de las consellerias estrella en esta segunda legislatura del Gobierno del Botànic… y ha acabado siendo una conselleria trampa. La puesta en marcha de la Conselleria de Innovación, Universidades, Ciencia y Sociedad Digital difícilmente podría haber empezado peor para la consellera Carolina Pascual.

Primero, porque la Conselleria de Innovación se ha quedado sin la innovación. Bajo su paraguas tiene a la Agencia Valenciana de la Innovación, pero no ha conseguido como pretendía aglutinar todas las competencias en esta materia. Aquí ha perdido un primer pulso con la Conselleria de Economía.

En segundo lugar, la Conselleria de Innovación se ha quedado prácticamente solo para Universidades, que son las que se llevan casi todo su presupuesto. Sin embargo, resulta que ahora la consellera Pascual tiene también enfrente a las universidades, a las que no ha gustado nada el recorte de algunas partidas presupuestarias para 2020. Y algo poco habitual: ya se han quejado públicamente.

En tercer lugar, a la Conselleria le toca lidiar con la ‘herencia recibida’, con ese convenio para el personal laboral de las universidades que firmó en campaña electoral el conseller de Educación… y que de momento no se puede aplicar.

Una Conselleria trampa para una consellera que ya ha amagado con dimitir en plena guerra interna en el Consell.