Las cosas, por su nombre

Valencia

Habrá que empezar a las cosas por su nombre. Esta semana, y ya era hora, de ha desatado un debate, en las redes y en los medios, sobre lo perverso que es utilizar el término "Menas" para referirse a los niños y niñas que llegan solos a nuestro país. Utilizar el acrónimo esconde una realidad que debería dolernos demasiado, la de menores de edad desprotegidos.

Las palabras tienen consecuencias sobre cómo construimos la realidad. La violencia machista es violencia machista y de género, por ejemplo. Llamarla de otra forma es intentar esconder un fenómeno estructural, real y cotidiano, con causas y culpables. Y hablar de gestación subrogada es ocultar que existe una forma de esclavitud que son los vientres de alquiler. Y son solo algunos ejemplos. Las cosas, por su nombre.