La empresa que compró el Santísima Trinidad llegará a final de mes para iniciar los arreglos y poder dejar Alicante
Desde que se hiciera con la réplica del galeón del siglo XVIII, el pasado julio, ha pagado ya unos 15.000 euros por el atraque en el muelle 7
Alicante
Responsables de la empresa de Cabo Verde que se hizo con la réplica del buque Santísima Trinidad tienen previsto llegar a Alicante a finales del mes de noviembre para coordinar los trabajos de acondicionamiento de este artefacto flotante mientras esperan el permiso de Capitanía Marítima para poder abandonar el Puerto de Alicante, según han confirmado fuentes de Autoridad Portuaria. En el muelle 7 está atracado este artefacto flotante desde 2017, deteriorándose progresivamente.
La réplica de este galeón del siglo XVIII, que antaño fue restaurante y sala de fiestas en el acceso al paseo portuario frente al Casino de Alicante, está ya casi irreconocible. Dos de los tres mástiles se han quebrado, también el bauprés de proa (palo grueso y horizontal que sirve para asegurar algunas velas) y la madera que lo recubre sufre los estragos de la exposición al sol y el salitre del mar.
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Finalmente, fue esta empresa de turismo de lujo de Cabo Verde la que pagó 17.000 euros por el Santísima Trinidad el pasado mes de julio. El plazo que tenía para repararlo y conseguir los permisos era de entre dos y ocho meses. Antes hubo una subasta desierta e incluso una empresa, cuyo administrador era un inversor de nacionalidad china, se hizo con la réplica para para llevarla a Benidorm, aunque finalmente desistió.
Ahora, la inteción de esta mercantil, según confirmó entonces Autoridad Portuaria es, es seguir explotándo el Santísima Trinidad como sala de ocio en el país africano. Cuando finalmente parta remolcado de Alicante, Autoridad Portuaria podrá destinar ese espacio en el muelle a otros usos con rendimiento económico, aunque hasta la fecha la mercantil ha abonado en concepto de tasas de atraque, unos 15.000 euros.