Una mujer se enfrenta a 6 años de prisión por estafa y matrimonio ilegal

Lugo

Esta mañana en la Audiencia Provincial de Lugo se inició el juicio a una mujer, de origen brasileño, acusada de un supuesto delito de matrimonio ilegal y de estafa a un hombre de 59 años, que padece un síndrome de esquizofrenia paranoide y una discapacidad intelectual. Aunque la acusada sostiene que desconocía esta situación.

Los hechos ocurrieron en torno al año 2007, cuando el hombre acudió al prostíbulo donde por aquel entonces trabajaba la acusada que le prestó sus servicios sexuales. Desde ese momento, la víctima comenzó a acudir cada fin de semana para verla, llegando a enamorarse de ella. Fue entonces cuando la acusada le explicó su situación irregular en España, motivo por el cual decidieron contraer matrimonio en ese mismo año.

Sin embargo, la acusada sostiene que siempre fue clara con el hombre, al que le expuso que solo se trataba de un matrimonio de conveniencia, y que por lo tanto no dejaría de trabajar, ni residiría con el en su domicilio, aunque si confesó que pasaban temporadas juntos.

Desde entonces, el hombre, supuestamente obligado por la acusada, canceló sus cuentas bancarias y abrió una conjunta. Además, frecuentemente realizaba transferencias bancarias, con diferentes sumas de dinero, a la cuenta de la acusada, que posteriormente enviaba a su familia en Brasil. Incluso llegaron a solicitar, hasta en dos ocasiones, créditos por un importe superior a los 10.000 euros, para la construcción de una vivienda en ese país, y para costear el importe de una operación a una de las tres hijas de la acusada.

Por todo ello, los padres de la víctima, ahora ya fallecidos, denunciaron los hechos en el año 2010, tras lo cual el juzgado de Becerreá anuló el matrimonio de la pareja.

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En total, la víctima cifra en alrededor de 30.000 euros, el dinero que supuestamente la acusada le estafó, aunque eso fue en su primera declaración en el juzgado. Actualmente, la víctima sufre problemas de memoria, razón por la cual incurrió en varias incongruencias durante la vista, llegando incluso a olvidarse de quién era la acusada en un primer momento. 

Por su parte, ella sostiene que las cantidades que el otorgaba eran de forma voluntaria, por el pago de sus servicios sexuales, y en compensación por las horas en las que estaba con él y no trabajando. La acusada argumentaba que durante ese tiempo perdía el dinero que necesitaba para pagar una deuda con el club en el que realizaba sus servicios que ascendía a los 4.000 euros.

La fiscalía pide para ella la pena de seis años de prisión, uno por un delito de matrimonio ilegal, y cinco por estafa. Además, solicita el pago de 30.000 euros en concepto de responsabilidad civil, con intereses legales.

Por su parte, la abogada de la defensa, Marisol Lence, pide la libre absolución por considerar que no se trata de un hombre enfermo, ni tampoco de un matrimonio ilegal.