La defensa como revitalizante

Valencia

Hay noches en las que el equipo tiene que dar primero para que La Fonteta se enchufe. La de hoy era una de esas, y los jugadores lo entendieron a la perfección. Inicio tremendamente serio detrás, estáticos bien trabajados... y Dejan Radoncic pidiendo el primer tiempo muerto a los cinco minutos con un contundente 9-2 para Valencia Basket. Con esa inercia positiva, impulsado por dos triples de Marinkovic y la dirección de Quino Colom, el equipo que dirige Jaume Ponsarnau cerró el primer parcial dejando un buen sabor de boca entre el respetable (20-16).

El arranque del segundo cuarto fue alemán. Con tan solo una canasta de campo en casi tres minutos -un tiro en suspensión de Jordan Loyd-, Ponsarnau paró el partido buscando reordenar las ideas del grupo. Acudiendo a la defensa de ayudas como plan de salvación tras la primera ventaja del Bayern (24-25 con triple de Maodo Lo), el partido volvió a pintarse de taronja. Cinco puntos más de Marinkovic y una bandeja con la izquierda de Guillem Vives a falta de un minuto para el descanso proporcionaban a Valencia Basket la mayor diferencia hasta el momento (39-27). Una bombita de Dedovic reducía a diez la diferencia en el descanso. Y La Fonteta comenzaba a esbozar media sonrisa.

La alegría no duró demasiado tras el intermedio. Parcial 0-7 con siete puntos del ex taronja Vlado Lucic y vuelta a empezar. 39-36 y nuevo tiempo muerto de Ponsarnau, esta vez al minuto y medio del tercer periodo. El equipo volvió a responder al tirón de orejas de su entrenador, devolviéndole el parcial al Bayern, además. Con mandarina de Vives a un pie, el conjunto local restablecía los dobles digitos de diferencia (47-36) gracias a un excepcional trabajo defensivo, el dominio del rebote y el acierto en el tiro exterior. Dos triples de Brock Motum acercaban la segunda victoria taronja en Euroliga a falta de diez minutos (59-47).

A diferencia de lo sucedido en el tercer cuarto, Valencia Basket no realizó concesiones en los minutos iniciales. Dubi pudiendo con Monroe detrás, teniendo físico para sacar un 2+1 que entró después de una parábola impensable y un triple de Quino Colom otorgaban la máxima diferencia al equipo de Ponsarnau (65-50) a falta de ocho minutos para el bocinazo final. Ya no hubo vuelta atrás ni margen para remontadas. La segunda victoria en Euroliga es una realidad. El grupo ya conoce la receta: equipo, defensa... y Fonteta.