El Villa de Aranda, desde dentro

Aranda de Duero

El balonmano es un deporte apasionante. Especial. Diferente. Y más en Aranda. La temporada que está llevando a cabo el Blasgon y Ceres Villa de Aranda está siendo fantástica. Puestos de privilegio y sensación de que, esta vez sí, se puede soñar. O por lo menos mimbres hay para ello. La comunión sobre la pista del Príncipe de Asturias es un hecho, entre los propios jugadores y evidentemente, también con una afición que empieza a retomar costumbres del pasado.

El último choque ante Alcobendas fue un nuevo triunfo muy especial para la escuadra amarilla. Porque sobre la pista pasaron cosas, pero tras ella muchas más. Y por primera vez, hemos sido testigos de todo aquello que no se ve. La llegada de los jugadores, su preparación en el vestuario, el paso por el fisio, la charla anterior al encuentro, la arenga antes de saltar a la cancha... Todo lo sucedido antes, durante y después del encuentro, lo recogió nuestra cámara.

La SER os transporta a vivir de cerca cómo es un partido del Villa de Aranda. El gran grado de implicación de los jugadores, su unión con el cuerpo técnico, cómo se preparan los partidos Alberto Suárez y Fernando Chico, qué se dice en el descanso de un partido de estas características, cómo se vive en el banquillo momentos puntuales del encuentro... Todo está recogido en los ocho minutos que preceden este texto.

Ocho minutos de movimiento, de acción, de sentimiento. De un equipo que quiere remar en consononancia para seguir potenciando la ilusión de una ciudad que vuelve a respirar aquellos partidos y ambientes pasados, que posicionaron Aranda como una ciudad que vive por y para el balonmano. Eso vuelve a ser una realidad. Porque el buen inicio de este equipo no es casualidad. Es causa de un trabajo diario y constante que se transmite sobre la cancha. Que permite soñar. Y que siga siendo así.