Cuatro acusados por un delito de trata de seres humanos en Guntín

Lugo

El propietario de un club de alterne en Guntín,(F.J.R.), ha asegurado, en el juicio que se sigue contra él y otras tres personas en Lugo, que "desconocía" lo que se hacía en las habitaciones, negando también que hubiera "relación laboral" con las mujeres que supuestamente ejercían ahí la prostitución.

No obstante sí que ha reconocido que les cobraba a estas mujeres diez euros a cambio "de desayuno, comida y cena" y ha relatado que disponían de "calefacción y agua caliente".

Respuestas que ofrecía hoy, en el inicio de un juicio en la sección segunda de la Audiencia Provincial de Lugo contra cuatro acusados de obligar a mujeres extranjeras, sobre todo brasileñas, sin permiso de trabajo a ejercer la prostitución en este local de Guntín, que el acusado calificaba de "bar". 

El fiscal pide al propietario, a su esposa y a dos mujeres más, penas de entre ocho años y medio a quince de cárcel por los delitos de prostitución, otro contra los derechos de los trabajadores y trata de seres humanos.

En el escrito de acusación se mantiene que los acusados actuaban con "ánimo de enriquecimiento ilícito" mediante la explotación del ejercicio de la prostitución por parte de diversas mujeres de nacionalidad extranjera. A su vez, señala que forzaban a las mujeres a entregarles la mayor parte del dinero que ganaban con los servicios prestados y las obligaban a mantener relaciones incuso durante"los periodos de menstruación".

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Otro aspecto que fiscaliza la acusación es que se habría sometido a las supuestas víctimas a un "estricto control personal", imponiéndoles sanciones económicas si salían del local.

Por su parte, los abogados de los cuatro acusados piden la libre absolución, incluso uno de ellos, César Lodos, que representa a la pareja apela a una"denuncia falsa" como el detonante de todo el proceso judicial.