La corrupción casa muy mal con la superioridad moral de la izquierda

Alicante

Los casos de corrupción denigran a las sociedades en las que se producen. Los ciudadanos también necesitan que se extienda la ejemplaridad, que sea un manto de confianza y de obligación.

Ni Chaves ni Griñán, expresidentes andaluces, son Ángel Fenoll; muñidor, charlatán, y la polla insaciable de la Vega Baja, quien, según la Fiscalía, en sus conclusiones del primer juicio del Brugal, montó una gran trama para beneficiarse de las adjudicaciones del consistorio oriolano.

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Ninguno de los dos se llevó un solo euro ni se lo quedo su partido, pero sí permitieron un descontrol absoluto en la concesión de ayudas sociolaborales y a empresas en crisis, lo que dañó la confianza, incluso daña a las compañías que se merecieran esas ayudas

Evidentemente, no todos los casos son iguales, hay unos más detestables que otros, pero todos los casos de corrupción dejan mancha. Y en la izquierda, siempre falta de detergente, siempre quedan rastros, siempre es necesario un plus de ejemplaridad.

La corrupción casa muy mal con la superioridad moral de la izquierda que tanto molesta algunos.