La Región es la cuarta comunidad con más casos de amenazas a docentes

Las amenazas y faltas de respeto de los alumnos a sus profesores han subido en clase, en los pasillos o fuera de los centros. Según el Defensor del Profesor del sindicato ANPE, el pasado curso atendió más casos en Madrid, un 52,8% del total nacional de las quejas de 1.148 docentes, seguido de Andalucía (198), Canarias (168) y Región de Murcia (118), que se sitúa como cuarta comunidad con más casos de este tipo. El presidente de ANPE Madrid, Andrés Cebrián, explicó que el alto número en esa comunidad se debe a que el teléfono está «más asentado» en esta comunidad, mientras que Baleares y Galicia son las autonomías que menos casos atendieron.

Algunos docentes tienen que escuchar frases como «te voy a arruinar la vida», «voy a acabar con tu profesión», «eres un inútil, no vales para nada», «humillaciones, vejaciones, amenazas y faltas de respeto», lamentó este miércoles Laura Sequera, coordinadora de ese servicio. Argumentó que estas situaciones responden a «una falta de valores» que se ejemplifica en el «niño emperador», al que sus padres no le han puesto límites y normaliza conductas contrarias ala convivencia, y al «padre helicóptero», aquél que protege a su hijo «dándole la razón sí o sí en todo».

«Cuando un profesor intenta poner unas normas este alumno, empoderado en sus familias, no soporta límites y no tolera que tenga que respetar al profesor», explicó Sequera, quien añadió que a ese estudiante «lo primero que le sale es rabia».

El Defensor del Profesor estatal atendió el pasado curso a 2.174 docentes, frente a los 2.179 del anterior (el 99% de los casos proviene de centros públicos, donde existen cerca de 480.000 profesores). «Se está produciendo un preocupante estancamiento en el número de agresiones y acoso» y «un agravamiento» como pasa con las amenazas del alumnado, insistió el presidente nacional de ANPE, Nicolás Fernández Guisado, para quien las situaciones de conflictividad «están lejos de erradicarse en los centros».

El indicador de las amenazas de los estudiantes a sus profesores pasó del 22 % de los casos atendidos en el curso 2017-18 al 23% en el pasado, es decir, dos puntos más. En cuanto al ciberacoso, también de los alumnos a los profesores, el dato se mantiene en el 10% de las quejas gestionadas; los problemas para dar clase se vuelven a situar en el 21% (el profesor tarda a veces más de 10 minutos en poder empezar la clase) y las agresiones hacia los docentes se mantienen en el 6%.

En concreto, el estudio recoge 504 casos de faltas de respeto de chicos a docentes, 465 problemas para dar clase, 241 de acoso, 212 de amenazas, 128 por agresiones y 47 por daños a la propiedad, entre otros.

Los problemas relacionados con padres y madres se mantuvieron en similares porcentajes que en el curso 2017-18 pero subieron las agresiones físicas al profesorado (del 2% al 3%), las situaciones de acoso (28% a 29%), las acusaciones carentes de fundamento (del 25% al 26%) y el ciberacoso de padres (del 1% al 2%). Las denuncias de los padres pasaron del 19 al 21 %; y bajaron levemente las faltas de respeto de las familias (del 26 % al 25 %) y la presión para modificar las notas (del 8 % al 7 %).

El informe recoge 642 casos de acoso de padres y madres a docentes, 584 de acusaciones sin fundamento, 546 de faltas de respeto, 455 denuncias, 148 presiones de cambio de notas y 59 agresiones.

El Defensor del Profesor, que desde 2005 ayudó a más de 37.000 docentes (el curso con más quejas fue el 2009-2010, con 3.998 profesores atendidos), también atiende a problemas relacionados con el entorno laboral y señala esta vez que bajaron las incidencias con los equipos de dirección (del 31% al 27%) pero subieron los problemas por no aplicarse el reglamento del centro (del 14% al 15%). Fernández Guisado lamentó particularmente la situación en Cataluña de los «docentes constitucionalistas», que en los últimos tiempos «se sienten abandonados».

El pasado curso, 16 profesores se vieron obligados a dejar su profesión por causas de situaciones de conflictividad, resalta este informe, que añade que en el 70% de los casos atendidos el docente presentaba altos niveles de ansiedad, el 10% tenía síntomas depresivos y un 10% estaba de baja laboral.

De todas las llamadas recibidas el pasado curso, el 44,4% corresponde a profesorado de Primaria, el 40,4% a Secundaria, el 3,7% a FP, el 7,4% a Infantil y el 3,9% restante se reparte a otras enseñanzas (colegios de Educación Infantil, conservatorios y Educación a Adultos).