José Antonio Pastor: "Hay que apostar por el tiempo de juego en la infancia, es algo fundamental"

Alicante

La industria juguetera española, con sede en la localidad alicantina de Ibi, afronta con optimismo el momento más importante de la campaña de 2019, la Navidad, donde se concentra casi un 70% de las ventas.

La Asociación Española de Fabricantes de Juguetes (AEFJ) espera colocar la facturación por encima de los 1.600 millones de euros, lo que supondría un crecimiento del 4%. Las cifras de importación y exportación y el comportamiento del mercado español en cuanto al consumo son positivos. Las expectativas de las empresas de distribución también son buenas gracias a los nuevos modelos de experiencia en las tiendas físicas y por el comercio online que está experimentando fuertes crecimientos.

Estas buenas previsiones contrastan con los datos del año pasado ya que 2018 supuso un descenso del 4,09%. José Antonio Pastor, presidente de AEFJ explica que "2018 arrojó unos datos de una crisis particular del sector a nivel global". "Las dificultades que atravesaron algunos de los retailers o tiendas clave para el sector del juguete en todo el mundo como la quiebra de Toys "R" Us o Jugueterias Poly y algunos detallistas más, pusieron en jaque tanto el comportamiento del mercado nacional como las exportaciones, que en 2018 cayeron un punto y las importaciones tres, lo que supuso en un descenso de la facturación que aun así fue de 1.594 millones de euros" recuerda Pastor.

De los 1.600 millones que se esperan de facturación, un 37% se dedica a la exportación (630 millones de euros) que irán principalmente a destinos de la Unión Europea como Francia, Italia, Portugal, Alemania, Reino Unido o Paises Bajos. Fuera de la UE, Rusia, Mexico y EEUU son los principales destinos internacionales. José Antonio Pastor comenta que el objetivo es tener más influencia en Asia. "Todos tenemos un tema pendiente con el continente asiático".

El presidente de los jugueteros cuenta que "el sector responde muy bien a un mercado con innovaciones y novedades". "Los fabricantes suelen responder con una renovación del catálogo en un porcentaje muy elevado, en torno a un 60% del catálogo se renueva para salir a campaña practicamente con la mitad de productos nuevos" declara.

Según las previsiones de la AEFJ, la categorías más demandadas serán las figuras de acción, las muñecas, los juegos de mesa, puzzles, coleccionables y los peluches. Pastor añade que 2019 es un año de estrenos cinematográficos, por lo que la cuota de mercado supondrá un 26% del total. Entre las licencias que mejor resultado pueden dar destacan Frozen y Toy Story, seguidos por Fortnite, Star Wars, Jurassic Park o Harry Potter, entre otras.

El pasado mes de octubre, la AEFJ dio a conocer los Mejores Juguetes del Año escogidos por un jurado experto, formado por especialistas en psicología, medicina, ciencia y pedagogía. Entre los más de 60 juguetes presentados destaca la tendencia creciente hacia los juguetes eco, realizados con materiales reciclados y con procesos sostenibles.

Otro de los objetivos del sector es el de reducir la estacionalidad y la dependencia de la campaña de Navidad y Reyes. Desde el año 2010 se ha avanzado y se ha reducido el porcentaje en más de un cinco por ciento. En 2018, las ventas en esta época fueron del 63,18%. Pastor admite que deben "intensificar los esfuerzos e innovar en otro tipo de acciones que nos permitan convencer a nuestros socios de distribución para que también se apueste por espacio fuera de la campaña de navidad para ofrecer juguetes". Añade que "por mucho que hagamos los fabricantes si el producto no está cercano al consumidor es complicado".

José Antonio Pastor recalca el trabajo que han hecho los fabricantes en "el valor del juego", en su reconocimiento, ya que "sin juego no hay juguetes" sobre todo "si en España hay menos niños". "Hay que apostar por el tiempo del juego que es algo importante en la infancia y los expertos ya avisan de que los niños juegan menos de lo que es recomendable para la salud y el correcto desarrollo integral". Pastor admite que es un camino a largo plazo.

"La vida de adultos está tan ocupada que no tenemos tiempo para dedicarles a los niños. Jugar requiere tiempo, espacio y compañeros". "Lo que hacemos es ocupar al niño, lo ocupamos de deberes, extraescolares y demás, robándoles parte de la infancia" sostiene Pastor.