Herencia envenenada

Valencia

Hay herencias que siguen pesando. Lo hemos visto esta semana. Problemas que se arrastran de la época del gobierno del PP y que siguen siendo auténticos quebraderos de cabeza para el Consell del Botànic. Es la herencia envenenada con la que aún está lidiando el Gobierno valenciano.

Que se lo digan si no a la Conselleria de Sanidad, que es incapaz no ya de reducir las listas de espera, sino de contenerlas.

Por no hablar de À Punt. El Botànic logró poner en marcha de nuevo la radiotelevisión pública valenciana, tras el cierre de Canal 9, pero ahora inicia la renovación de su dirección ante un panorama ciertamente de incertidumbre.

Feria Valencia es otro ejemplo. Ya está lastrada por una deuda millonaria, pero es que tampoco se ponen de acuerdo en el seno del Consell sobre cuál debe ser su modelo de futuro. Y, por si fuera poco, ahora se ha frustrado el proceso de renovación en la presidencia.

Los barracones escolares también se le atragantaron al Botànic. La empresa pública Ciegsa, con la que el PP construía los colegios y vinculada a los sobrecostes, aún sigue ahí, funcionando, porque no se puede extinguir.

Cosas de la herencia, que la hay, pero habrá que empezar a hablar también de gestión. Que en esto el Botànic ya tiene años.