El Valencia tratará de seguir con la buena racha con la que llegó al parón

Valencia

El Valencia vuelve a Tierra Santa. Sevilla ya era Tierra Santa para el Valencia por partida doble. Primero lo fue el 26 de junio de 1999 cuando conquistó en esa ciudad, en el Estadio de la Cartuja, la Copa del Rey contra el Atlético de Madrid. Luego lo volvió a ser el 9 de mayo de 2004, cuando conquistó su último título de Liga en el Ramón Sánchez Pizjuán; pero este año se ha triplicado la santidad sevillana para el Valencia después de que 25 de mayo conquistara también en esa ciudad, y curiosamente en el estadio que faltaba para completar la trilogía, en el Benito Villamarín, el título de campeón de la Copa del Rey contra el Barça. Tres títulos en Sevilla en los tres grandes estadios de la ciudad.

Y a este último, al Benito Villamarín, vuelve el Valencia después de aquella histórica cita de hace medio año. Gran parte de los miembros de la actual plantilla estuvieron allí protagonizando aquella preciosa gesta. No el director de ese grupo. Aquella gesta estuvo dirigida desde el banquillo por un entrenador, Marcelino, que en la rueda de prensa posterior a su destitución manifestó que fue precisamente el ganar esa Copa del Rey lo que motivó su despido.

Ahora es Albert Celades el director de orquesta y esa orquesta ha estado bastante bien afinada en sus últimos conciertos. El Valencia se fue al parón de la semana pasada habiendo encadenado tres victorias consecutivas; dos en Liga, ante Espanyol y Granada, y la otra en Champions, contra el Lille. Así que el parón no llegó en un buen momento porque truncó esa racha positiva, la más positiva desde que empezó la temporada.

El Benito Villamarín se ha convertido en un escenario tremendamente propicio para el Valencia en los dos últimos años. En la 17-18 y la 18-19, el Valencia ha convertido el santuario bético en lugar de peregrinaje preferente con cuatro visitas más que fructíferas. Dos victorias en Liga, una de ellas por un espectacular 3-6, ambas determinantes ambas para avanzar hacia otras tantas clasificaciones para la Liga de Campeones, un empate clave contra el Betis en las semifinales de esa Copa del Rey y luego la referida final ganada en aquel escenario.

De seguir esta tendencia, el Valencia podría ser la puntilla definitiva para Rubi, porque el entrenador del Betis, según los medios sevillanos, se juega su continuidad en este partido. La baja más importante en el conjunto verdiblanco respecto a los últimos partidos es la de Zou Feddal, lo que supondrá que Rubi cambie la defensa de cinco que había utilizado contra Real Madrid y Sevilla a una de cuatro, porque de mantenerla de cinco, tendría que retrasar a Bartra, que estaba jugando de mediocentro defensivo ante las bajas de Calvalho y Javi García. Si hace eso, si retrasa a Bartra, en el centro del campo tendría que poner al chaval del filial Ismael.

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En el Valencia sigue habiendo un carro de bajas. Tras el último partido ante el Granada, el fenómeno de Anil Murthy había hecho unas declaraciones en las que dijo que tras el parón se recuperarían todos los lesionados. Casi acierta. De los nueve lesionados que había en ese momento Celades ha recuperado a dos. O incluso igual ni eso. Ha recuperado seguro a Rodrigo y ya veremos si también a Carlos Soler, que sí que ha entrado en la convocatoria, pero como se suele decir, entre algodones. De hecho la lista es de 19 jugadores, con lo que Celades tendrá que hacer un descarte.

Siguen por lo tanto lesionados Coquelin, Sobrino, Guedes, Cheryshev, Diakhaby, Kondogbia y Piccini. Con estas bajas, el once podría ser el formado por Cillessen en la puerta; Jaume Costa en el lateral derecho, como acabó el partido contra el Granada prefiriendo esa opción a la de un lateral derecho puro como Thierry Correia; Garay, Gabriel y Gayà completando la defensa; Wass y Parejo en el doble pivote; Ferran Torres y Manu Vallejo en las bandas, y Rodrigo y Maxi Gómez en la delantera.