La Copa se complica

Valencia

El mal inicio de temporada ya tiene la primera consecuencia de cierta gravedad para Valencia Basket. El equipo que dirige Jaume Ponsarnau tiene la obligación de ganar, como mínimo, cinco de los próximos siete partidos para tener opciones de clasificación a la fase final de la Copa del Rey 2020, que se disputará en Málaga entre el 13 y el 16 de febrero.

Después de la derrota de anoche en la pista de Kirolbet Baskonia (85-74), el conjunto taronja es duodécimo, con un balance de cuatro victorias y seis derrotas. Es cierto que se encuentra a un solo de triunfo de la séptima posición -ahora mismo, la última que da derecho a jugar la Copa-, pero también lo es que, con la actual clasificación, hay ocho equipos peleando por dos plazas.

En esta edición se produce, además, una circunstancia que juega en contra de Valencia Basket. Como anfitrión, Unicaja Málaga tiene garantizada su presencia en el torneo. El equipo malagueño ahora mismo es noveno, por lo que, de mantenerse esta situación, solo se clasificarían los siete primeros.

El calendario que le queda al club taronja no es, al menos a priori, excesivamente compliado. De los siete partidos restantes hasta la conclusión de la primera vuelta, cuatro son en La Fonteta (Monbús Obradoiro, Movistar Estudiantes, Iberostar Tenerife y Club Joventut Badalona) y tres a domicilio (Montakit Fuenlabrada, BAXI Manresa y Real Madrid).

Suponiendo que el corte esté en nueve victorias, Valencia Basket tendría que ganar los cuatro partidos en casa y, al menos, uno lejos de La Fonteta. Las cuentas hablan con claridad. El equipo de Ponsarnau no puede cometer más errores ni perder partidos de los que no están en el guión.