Más allá del 25N

Córdoba

Más de 5.000 personas en las calles de Córdoba lo dijeron alto y claro este domingo. Junto a ellas, las que participaron el lunes en las múltiples concentraciones y actos que tiñeron las instituciones, las empresas y los centros educativos de morado. La sociedad cordobesa ha expresado de manera tajante su no rotundo a la violencia machista, esa misma violencia que este 25N arrebataba una nueva vida en Tenerife.

Las pancartas, los manifiestos, lo actos simbólicos, han sido la respuesta incuestionable de la ciudadanía. El mensaje inequívoco a quienes con sus acciones y omisiones ofenden a las víctimas de los feminicidios y sus familias, de que no queremos ser cómplices de maltratadores y asesinos. Tampoco queremos serlo de quienes en los últimos tiempos están adoptando medidas que dan la espalda y recortan la lucha contra una de las principales amenazas para nuestro Estado de Derecho.

Basta repasar las cifras para sentir un escalofrío y exigir soluciones. 52 mujeres asesinadas en lo que va de año, tres de ellas en Córdoba. Crímenes que no discriminan ni capas sociales ni edades y son solo una forma, la más visible, de la violencia de género. Es especialmente alarmante el incremento de estos delitos entre los más jóvenes. Más aún lo es el aumento de los micromachismos, la persistencia de estereotipos sexistas entre nuestros y nuestras adolescentes o las nuevas formas de violencia a través del control de las redes sociales.

No, no es de recibo la ruptura de la unidad institucional, no son admisibles eufemismos sonrojantes ni recortes en prevención. Es fundamental que más allá del 25N, las administraciones cumplan la norma y materialicen medidas estructurales y efectivas contra esta violencia sistémica que atenta y restringe los derechos de más de la mitad de la población.