'Me pegó hasta 8 veces con una sartén'

La presunta víctima relató que se encontraba en la cocina del domicilio cuando J.O.A. entró "sin hacer ruido, la agarró por los pelos y le golpeó la cabeza contra el fregadero". En este momento, la mujer ha manifestado que le "suplicó" que la dejase porque "le estaba haciendo daño".

A continuación, describió que el acusado "la forzó a colocarse boca abajo en el suelo" y, cuando "consiguió darse la vuelta", J.O.A. "la golpeó con una sartén que quitó del interior del horno, hasta que se cansó y se marchó a la cama".

"Yo me quedé en el suelo de la cocina como muerta. Sangraba por todas partes y no tenía fuerzas para moverme", ha continuado la mujer. La víctima contó que cuando consiguió levantarse "intentó escaparse, pero todas las puertas estaban cerradas" .

La mujer afirmó que le "suplicó" que la llevase al hospital pero, según detalla el escrito de la Fiscalía, no fue hasta el día siguiente, 3 de enero de 2017, cuando su marido accedió "obligándola a mentir y a decir que se había caído para explicar las lesiones".

Durante el interrogatorio, la mujer explicó que, con anterioridad, ya había interpuesto varias denuncias contra su marido por casos en los que le había pegado. Sin embargo, las "retiró todas" porque "él siempre le prometía que no volvería a pasar, que iba a cambiar y que aún podían ser felices".

"MENTIRAS"

Por su parte, el acusado negó en repetidas ocasiones los hechos diciendo que "solo son mentiras" de su mujer. Además, según quedó de manifiesto por parte de los letrados y el Ministerio Fiscal, J.O.A. incurrió en varias contradicciones con respecto a su declaración anterior tomada en Verín.

En concreto, el acusado explicó que "cuando salió de la habitación para ir a cenar" se encontró a su mujer "en el suelo". Además, aseguró que "trató de prestarle ayuda" y que "esa misma noche" fue él quien se encargó de llevarla al hospital.

El procesado, que permanece en prisión provisional prorrogada, "negó usar una sartén para golpear a su esposa" y, en contra de lo manifestado por los agentes de la Policía Nacional encargados de la inspeccción ocular, explicó que "en el fregadero no había sangre" y que "tan solo le dieron cuatro puntos".

"No sé qué es lo que lleva a mi esposa a mentir tanto", continuó J.O.A.. Después de la supuesta caída que manifestó el procesado, "ella fue a la habitación y me pidió estar un poco en la cama".

En este momento, todo según su relato, él le pidió que se vistiese para llevarla al hospital. El acusado niega que la almohada presentase abundante sangre, tal y como han señalado los agentes encargados de la inspección ocular, como una situación que atribuyen al hecho de que la mujer no fue trasladada en el mismo día al hospital.

Por su parte, el abogado de J.O.A. intentó defender su inocencia al basarse en que el acusado padece esclerosis múltiple desde hace 15 años, y en que en el momento de ingresar en prisión "ya empleaba una muleta" para justificar que el procesado no tenía en aquel momento "tanta fuerza en los brazos".