Los nombres de la solidaridad

La Asamblea de Cruz Roja de Aranda ha hecho un paréntesis en la labor que lleva a cabo para mejorar la vida en nuestro entorno más cercano para mirar con agradecimiento a su propia historia. Lo ha hecho con un homenaje a las personas que desde su fundación en 1926 han estado al frente de la institución. Un acto sencillo y emotivo para agradecer la labor que a lo largo de casi un siglo han llevado a cabo dos presidentas, entre ellas la fundadora de la asamblea local, ocho presidentes y tres presidentas de honor. Con nombres y apellidos y con mención a los acontecimientos y avances más importantes que experimentó la organización bajo su mandato. Así ha transcurrido el acto en el salón de plenos en el que han recibido este agradecimiento de forma directa tres de los cuatro últimos presidentes (Leonisa Ull ha disculpado su asistencia por motivos personales) así como hijas, sobrinos, esposas y hasta un biznieto del resto de los protagonistas del acto, que ya fallecieron. La relación de nombres ha comenzado por el recuerdo a la presidenta fundadora, Josefina Arias de Miranda, quien puso en marcha la organización en Aranda en 1926 y la presidió hasta 1928, y cuya sobrina nieta ha sido la encargada de recoger el detalle del homenaje. A esta primera mención le han seguido la de sus sucesores, cuyos familiares también han recogido su placa de reconocimiento: por orden cronológico han sido nombrados Alejando Quintana Rozas, conocido como Pepito, que estuvo al frente de la institución hasta 1941, a quien acompañó como presidenta de honor María de las Viñas Gimeno; Francisco Blay Velasco (1941-1942), Virgilio López Sánchez (1942-1972) a quien acompañó como presidenta de honor hasta 1956 Dolores Barrutel de Costales; Fernando Redondo Berdugo (1974-1977), que tuvo como presidenta de honor a Mercedes Berdugo de Acuña. Ya de forma presencial ha recibido de forma directa este homenaje quien fuera presidente de la organización entre 1977 y 1989, José Antonio Tudanca de las Heras. Las menciones han continuado con Leonisa Ull Laita, que estuvo al frente de Cruz Roja de Aranda entre 1989 y 1991, y que pese a no haber podido acudir por motivos personales también ha recibido un aplauso de los asistentes. Los dos últimos homenajeados han sido Abelardo Antón de Miguel, presidente de Cruz Roja entre 1991 y 1995 y un muy emocionado Pedro de Benito, quien estuvo al frente de la organización hasta 2015, cuando dio el relevo al actual presidente, Agustín Escudero, maestro de ceremonias, y que pese a su esfuerzo por evitar ser mencionado también ha recibido el caluroso homenaje de los presentes por la labor que sigue llevando a cabo.

Ampliar

El acto, al que ha asistido el presidente provincial de Cruz Roja, Arturo Almansa, ha tenido como hilo conductor la propia historia de la Asamblea Local de Cruz Roja gracias a la labor de documentación de la técnico de la institución, Susana Modrón, quien ha ido entretejiendo acontecimientos históricos con los nombres de quienes estaban al frente de Cruz Roja en cada momento, con especial mención a cada logro, avance y modificación experimentada, desde los cambios de sede, (siempre a mejor, desde el propio Hospital Santos Reyes, hasta el edifico compartido con la Policía Local, la base de socorro al pie de la avenida General Gutiérrez, diseñada y construida por su entonces presidente José Antonio Tudanca, hasta su moderna sede actual) como la adaptación de las iniciativas y de la labor de Cruz Roja a las necesidades de la sociedad arandina y ribereña en cada momento de esta historia casi centenaria. De esta forma, de la Casa de Socorro inaugurada por Doña Josefina Arias de Miranda y sus numerosas obras de caridad, se ha pasado a la actual labor de asistencia a las personas más vulnerables económica y socialmente, a personas con discapacidad o con edad avanzada, a la infancia, o al medio ambiente, pasando por las décadas de labor crucial en el campo sociosanitario, tanto para asistir a los enfermos cuando no existía un sistema público de salud, como más adelante, hasta finales del siglo pasado, con sus actuaciones en el ámbito de las urgencias y emergencias. Mención especial merece la labor de los denominados “camilleros”, cuyo esfuerzo y dedicación durante la epidemia de tifus que asoló Aranda en el año 1943 fue agradecida de manera especial por la entonces “Junta Suprema de Cruz Roja”, quien les concede un premio de 500 pesetas y su gran reconocimiento.

Una historia que los familiares de los homenajeados han ilustrado con recuerdos y anécdotas personales y a los que también han contribuido en primera persona las experiencias relatadas por los tres presidentes vivos asistentes al acto. La presencia de la Banda de Cornetas y Tambores durante la misa previa en Santa María y en el recorrido hasta la Casa Consistorial también ha visibilizado otra de las señas de identidad de esta organización, que cuenta con esta banda desde 1957, nacida a propuesta del ayuntamiento de la villa. Presentes también entre el público los actuales voluntarios y técnicos de Cruz Roja, entre ellos los de Cruz Roja Juventud, división que nacía en los años 70 del siglo XX. En estas últimas décadas la evolución de la institución ha pasado por un esfuerzo especial en la formación de sus voluntarios y voluntarias y la profesionalización de la institución para poder dar cumplimiento a una labor cada vez más exigente y abierta a campos diversos.

El colofón al acto han sido las palabras del actual presidente de la Asamblea Local de Cruz Roja Aranda, José Agustín Escudero, destacando la palabra más importante de este acto, muy repartida entre voluntarios, homenajeados, colaboradores y familiares: “Gracias”.