El Ademar adorna su obra liguera y se cita con el ogro blaugrana

Una vuelta como una Catedral. El Ademar completó en Pamplona una primera manga para el recuerdo, con pleno de victorias lejos del Palacio Municipal y unas señas de identidad inconfundibles, personificadas en las figuras de un Dino Slavic colosal y un Mario López letal a la carrera, al contragolpe, ese arma que figura en el escudo de un club que, de la mano de Manolo Cadenas, continúa superándose. El Anaitasuna, un equipo al alza, lo comprobó en sus propias carnes. Su ruidosa pista también fue conquistada por el Ademar.

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El resumen empieza y termina en Slavic, en una de sus mejores versiones de la temporada. El portero balcánico arruinó cualquier atisbo de reacción blanquilla y dejó un sello en forma de 18 paradas (43% de efectividad) que lanzaron a los extremos, primero Carrillo, que suplió en el inicio al golpeado Jaime Fernández, y luego Mario López, en su salsa. No les fue a la zaga David Fernández, a pesar de los focos que le apuntaban horas después de confirmar su adiós al club.

Nada frena el camino de este Ademar, que se sobrepuso al parcial de 5-0 que lideró Semedo en el puntual momento del Anaitasuna, que luego entró en sequía realizadora (5-8). Cuando recuperó el aliento, el caballo desbocado visitante ya era inalcanzable. Nada varió el rumbo que trazó Slavic. Ni las tempraneras tarjetas a los banquillos, ni el acercamiento navarro antes del ecuador tras el goleador recambio que Gonzalo Pérez le dio al extremo derecho. Tampoco los problemas de Mosic en su brazo de lanzamiento o las exclusiones, algunas consecutivas, que cayeron del lado leonés. El muro balcánico había dictado sentencia para abrir el jolgorio de contraataques y deslices varios en un epílogo imprevisto, por de los precedentes, pero ya habitual en el parque de atracciones marista.

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Y mientras el Ademar se divertía, la Asobal rizaba el rizo adelantando con escaso margen el horario programado para el sorteo de la Copa Asobal. Había prisa en el Huerta del Rey, escenario del último torneo del año desde el sábado y que abrirán dos clásicos, Barcelona y Ademar (19:00 horas). Por tercer año consecutivo, el cuadro leonés se topará con el ogro azulgrana, el año pasado en el inicio del trofeo en Lleida y en 2017 perdiendo la final en el Palacio. Por el otro lado del cuadro, Atlético Valladolid y CD Bidasoa, que se ganó el billete a última hora, pugnarán por alcanzar la final.

HELVETIA ANAITASUNA 24: Nordlander; Gastón (1), Mollino, Ugarte (3), Krsmancic, Borges (7), Ganuza – siete inicial – Bois; Bazán (1), Etxeberría, Meoki (1), Gavidia (1), Chocarro (1), Fischer (1), Izquierdo (4, 1p), Vaquer (4).

ABANCA ADEMAR 32: Slavic; Mario López (7, 3p), David Fernández (7), Juanjo Fernández, Carou, Mosic (4), Jaime Fernández (1) – siete inicial – Patotski, Marchán (2), Feutchmann (2, 1p), Lucin (1), Vieyra, Donlin, Gonzalo (3), Carrillo (5), Casqueiro.

PARCIALES: 1-2, 5-5, 5-7, 6-10, 8-14, 12-15 (descanso), 14-18, 16-21, 19-24, 20-27, 21-29, 24-32 (final).

ÁRBITROS: García Mosquera y Rodríguez Rodríguez. Excluyeron a Bazán, Chocarro y a Meoki por parte del Helvetia Anaitasuna y a Marchán, Lucin (2), David Fernández, Mosic y a Feutchmann por parte del Abanca Ademar