Mireya González, leonesa bañada en plata

León

Ni siquiera el amargo final del partido puede empañar la brillante trayectoria de las guerreras hispanas en el Mundial de Balonmano que acaba de terminar en Japón. España perdía por solo un gol en los segundos finales ante Holanda, que se ha proclamado campeona mundial. 

Pasado el shock inicial, tras perder un partido cuya victoria acariciaban con los dedos las españolas, el mal trago dejaba paso a la alegría. No en vano, por primera vez en un Mundial femenino, España se colgaba una medalla, en este caso, de plata. Entre las sonrientes guerreras, una paisana, Mireya González. Sacando pecho siempre de su ascendencia leonesa, la jugadora ha tenido que abandonar su tierra para convertir su sueño en realidad, estar en el primer nivel del balonmano internacional. Ahora mismo, juega en la liga rumana, en el equipo Ramnicu Valcea.

Ahora, Mireya, que podrá volver a casa con su valiosa medalla de plata al cuello, encara el objetivo de pelear por el podium en los próximos Juegos Olímpicos de 2020.