Aúrea mediócritas
Crónica política de la semana
Úbeda
La justa medida entre los opuestos. O la virtud del término medio. Inaugurada, con la premura que requería la caja registradora del Black Friday, la primera fase del centro comercial ‘Jaén Plaza’, aunque el entorno que acoge/envuelve a la media docena de tiendas abiertas permanezca todavía, urbanísticamente hablando, a dos velas, el estreno del espectáculo de luz y sonido ‘La Navidad de la Catedral’, este pasado viernes, desde la remozada y peatonalizada calle Roldán y Marín, tras casi cinco meses de obras, otorga un saludable equilibrio a las políticas de promoción comercial que deben de figurar inexcusablemente en la hoja de ruta de cualquier gobierno municipal de Jaén que se precie.
Discriminar positivamente al comercio tradicional que resiste en el centro urbano, unos días después de saludar entusiásticamente la apertura de los primeros negocios que empiezan a dar forma a la oferta comercial agrupada que promueve Alvores en Las Lagunillas. Con el desparpajo y la naturalidad que la coalición de gobierno local, PSOE-Cs, insufla a iniciativas compartidas, previamente consensuadas.
Lo mismo para cerrar, de una vez, la radiotelevisión municipal, ‘Onda Jaén’, so pretexto de un incendio intencionado (cuya autoría y móviles aun desconociéndose ya no son arma arrojadiza), que para rescindir la concesión hasta 2030 del bus urbano a la empresa Castillo, pendiente del dictamen del Consejo Consultivo de Andalucía, en pos de “la implementación del nuevo servicio de transporte urbano, con la combinación del autobús y del tranvía” en el transcurso de 2020.
Nadie podrá negar, ni siquiera el PP, que el pacto suscrito en junio por Julio Millán y María Cantos, por mera inercia, conforme avanza, se consolida. Porque, a la chita callando, sin que nadie a priori les arrendara ganancias en la gestión de un ayuntamiento maniatado por las deudas, medio año más tarde, la estabilidad lograda parece asentarse en el convencimiento mutuo de que se necesitan más que ayer, pero menos que mañana.
Acuerdo circunscrito al ámbito doméstico, recuérdese, mientras en Sevilla, en el Parlamento, los dos partidos que comparten responsabilidades en el consistorio jaenero siguen tirándose los trastos a la cabeza, a propósito de un pasado reciente minado de EREs y FAFFEs. Elías Bendodo, la mano que mece la cuna de Moreno Bonilla en San Telmo, anunciaba, a bombo y platillo, el llamativo descubrimiento –thriller propio de avezados trileros- de tres cajas fuertes en la sede de IDEA, con sobre lacrados, documentos “comprometedores” de la anterior etapa. Tres armarios-archivadores ignífugos que no estaban ocultos, a decir de los herederos de los señalados. De su interior, el azote del susanismo aireaba primordialmente documentación relativa a la frustrada reconversión de Cárnicas Molina, implicando al más conocido de sus antecesores al frente de la Consejería de la Presidencia, Gaspar Zarrías, en el compromiso firmado de condonación de una ayuda de casi ocho mil millones de las antiguas pesetas, así como de la concesión en ciernes de nuevos incentivos que sumarían otros mil millones.
Los papeles de Hamsa y Campofrío fueron trasladados, de inmediato, al juzgado de instrucción número 6 de Sevilla que investiga las piezas separadas del caso ERE. La polvareda mediática resultante justificaría tanto la gravedad imprimida al relato como tamaño montaje escénico. Al tiempo que el proyecto de Presupuestos de la Junta 2020 se aprobaba, el jueves, en Las Cinco Llagas, los delegados territoriales del Ejecutivo andaluz en Jaén se hacían fotografiar en sede parlamentaria con el vicepresidente Juan Marín y el titular de Hacienda, Juan Bravo, consejero adoptivo de Jaén por la gracia pasada de dos temporadas defendiendo la portería, y chupando banquillo, del Jaén F.S.
La delegada del Gobierno de la Junta en Jaén, Maribel Lozano, en su papel, alababa las cuentas públicas andaluzas del próximo ejercicio por cuanto los 155 millones de euros destinados a Jaén la convierten en la provincia con mayor inversión por habitante e “impulsarán su desarrollo”. Pero las partiditas inversoras, tan pequeñas, tan modestitas, tan testimoniales, en puridad, apenas darán para retomar en fase de estudio proyectos muy manoseados. Conservatorio de Música y Palacio de Deportes en Ifeja, ambos en la capital, se priorizan de veras. El resto, en amplia gama de grises, aguarda, como siempre, el ‘ser o no ser’ de una ejecución hipotética.
Entretanto, mirando de reojo a Madrid, mientras el primer intento de investidura de Pedro Sánchez se pospondría hasta después de Reyes, se acentúan las ganas editoriales/cábalas periodísticas por consumar el ascenso meteórico del jiennense Felipe Sicilia. Relevo de Susana o, incluso, ministro. Todo a su debido tiempo.
Aurea mediocritas. O la virtud del término medio.