Un gobernante no debe quejarse del sueldo
La cuestión no es si a Mae de la Concha le bastan 80 mil euros para vivir, sino qué otro club le pagaría esa cantidad

"La línea roja" de Matías Vallés (18/12/19)
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Palma
A veces hay que esperar hasta diciembre para acuñar la frase del año.
La ha logrado esta emisora con Mae de la Concha.
La consellera de Agricultura por Podemos ha confesado que “si tuviera que prescindir del plus de 22 mil euros, no podría seguir en el cargo”.
Antes de pronunciar una frase así, conviene calibrar sus consecuencias.
En primer lugar, que Mae de la Concha cobra con el plus más que el presidente del Gobierno. Y no entramos en otras percepciones.
En segundo lugar, que está dando por sentado que su abandono del cargo crearía una conmoción que hasta el momento no ha sido posible detectar en la opinión pública de Balears.
Los gobernantes se expresan en un idioma particular llamado politiqués.
La primera regla de esta jerga dicta que un político no debe quejarse del sueldo que percibe.
Es un precepto que no ha infringido ni Donald Trump.
La cuestión no es si a Mae de la Concha le bastan 80 mil euros para vivir, sino qué otro club le pagaría esa cantidad.
Y tampoco debería insistir en que ha importado talento de otras regiones, es un insulto para el por lo visto escaso talento balear.
Y conste que hay personas en la Administración que cobran más que Mae de la Concha, pero no se quejan.
El politiqués, ya saben




