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Calor

¿Por qué sigue habiendo mosquitos en diciembre?

La prolongación de las altas temperaturas tiene efectos en la fauna: más actividad y colonización de zonas en las que antes no tenían presencia

Mosquito / GETTY IMAGES

Zaragoza

La prolongación de las altas temperaturas tiene efectos en la fauna, con impacto directo, por ejemplo, en los insectos y en aquellos que transmiten enfermedades por vectores. A más temperatura, más tiempo de actividad.

Por ejemplo, los mosquitos todavía continúan presentes en diciembre, cuando lo normal es que lleguen hasta octubre. Son animales de sangre fría y la temperatura condiciona de forma muy directa en su actividad e, incluso, sobre los patógenos que transmiten.

Javier Lucientes, catedrático de Patología Animal en la Universidad de Zaragoza, explica que el calor es la causa por la que "adelantan su actividad y también la retrasa". Este 2019 "es un poco especial, porque tenemos un invierno que está resultando más lluvioso de lo habitual y poquito frío" y estos años atrás "teníamos actividad de mosquitos y flebotomos incluso hasta finales de diciembre, cuando lo normal es para octubre o noviembre acabe su periodo de actividad".  

El calor también ha provocado que lleguen a zonas en las que antes no tenían presencia y el desarrollo allí de algunas enfermedades, que "están apareciendo o que todavía no están pero ya está presente el vector en aquellos sitios que estos insectos han realizado una colonización reciente".

Por ejemplo, "en algunas zonas de los Pirineos, enfermedades como la leishmaniosis se están detectando a alturas que antes no se detectaban y perros enfermos en localidades donde antes era impensable o se está colonizando toda la cordillera cantábrica". Otro factor a tener en cuenta es la isla de calor que se concentra en las ciudades.

En la propagación del mosquito tigre ha influido otra variable: el transporte de mercancías y de personas en "este proceso de globalización ha favorecido la colonización del mosquito tigre y otras especies, como el aedes japonicus en algunas zonas de España, que se ha adaptado muy bien a vivir dentro de las ciudades", continúa Lucientes.

Mientras, los municipios (grandes y pequeños) intentan controlar a estas poblaciones de insectos como, por ejemplo también, la mosca negra. Es un proceso complejo porque cada especie requiere un tratamiento individualizado

 
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