"Arandinos 10, Cruz Roja de Aranda"

Aranda de Duero

Buen día. Este tiempo navideño es momento muy favorable para poner el mejor de los acentos en quienes -desde el anonimato y la generosidad del voluntariado- vienen demostrando enormes sentimientos de ayuda a los demás, siempre que lo necesiten y sin pedir nada a cambio. Aquí en nuestra Villa existe una institución, que camina hacia el centenario de su fundación, y que cumple todos los requisitos para ser considerada como ‘Arandino 10’: es la Cruz Roja de Aranda, a quien dedico algunos apuntes de su historia pasada y presente, ejemplo de entrega como organización humanitaria.

Que se iniciaba en 1.926, siendo alcalde D. Aristóbulo Arranz, quien recibió una comunicación escrita del Gobierno civil de Burgos animando al Ayuntamiento a crear una Asamblea local de Cruz Roja, principalmente para atender los siniestros de tráfico de la Ctra. Nacional 1, con una ambulancia. Adiestrado el personal dedicado a ello, en 1.928 ya se disponía de un vehículo para esas tareas.

Pasando páginas y dando un salto en el tiempo, destacar que -a partir de 1.974 y hasta 1.990-, el servicio se realizó con un destacamento de soldados -que hacían la mili aquí-, mandado por el capitán de la tropa D. Antonio Ferrandez, y por el capitán médico Dr. Rufino Aparicio. Tuvo -en principio- la sede en el Hospital, y después en una caseta prefabricada instalada al borde de la carretera -frente a Biona, y cerca del paso a nivel de la Estación Chelva-, mientras que la organización disponía de un local como sede en la antigua Casa de los Maestros (en Los Jardines). Más tarde, y ante la precariedad de las instalaciones, en 1.987 Cruz Roja Aranda dio un paso importante, construyéndose la Base de Socorro (que costó 14 millones de ptas. obtenidos con créditos de las cajas de ahorro), y ubicándose al borde de la N-122, al lado del Parque Gral. Gutierrez; un importante desembolso para conseguir disponer de unas dependencias dignas y amplias, aunque se conservó la oficina del centro de la población. (Abro un paréntesis para destacar que en esa etapa de soldados, uno de los conductores -un joven arandino- falleció cerca de Milagros en un accidente con una de las dos ambulancias que se disponía, al acudir ambas -con urgencia- a un aviso grave que luego resultó falso; un siniestro que supuso una gran pérdida, muy sentida).

Volviendo a lo de las sedes, Cruz Roja -además del Puesto de Socorro, dispone (desde el 19 de abril de 2.015) de unas dependencias generales muy modernas, en la Calle Sulidiza esquina a Ctra. Estación, merced a un convenio con el Ayuntamiento. En ellas se plantean y llevan a cabo las actividades en favor de gentes de toda condición, con un abanico diverso de planes, programas y proyectos (de empleo, medioambientales, de formación, de protección a personas de extrema vulnerabilidad, etc., además de los propios de organización, gestión y funcionamiento del voluntariado). A destacar también los alimentos y artículos de higiene que se entregan habitualmente a unas 300 familias que justifiquen su necesidad, y con los filtros de los asistentes sociales propios, en colaboración y reuniones periódicas con los técnicos de Cáritas y municipales; también ayudas a transeúntes, de alimentación y billetes de viaje; desayunos a la infancia en riesgo, etc., además de la presencia constante en actos públicos, deportivos y culturales, para lo que se cuenta con dos ambulancias y un todo terreno asistencial, con las dotaciones correspondientes.

En cuanto al capítulo humano -importantísimo-, Cruz Roja Aranda tiene unos 300 voluntarios; y 2.318 socios -a esta fecha-, siendo sus cuotas parte trascendental de su financiación; junto con donativos de personas o empresas, la Banderita, el Rastrillo, las tapas solidarias, la Marcha, el sorteo del oro…; y las catas y otras muy diversas actividades en su beneficio, que siempre son bien recibidas, porque todo es poco para invertirlo en llevar adelante la inmensa y desinteresada labor de los voluntarios, y contando con la complicidad y fidelidad de los asociados; algunos de ellos con mucha antigüedad, como Arturo Mambrilla (desde 1.963), Ramón Portela (1.966), o Jesús Adrián (1.970); y de familias completas como ‘los Mambrilla’ y ‘los Portela’, con varias generaciones seguidas, orgullosos de ser de Cruz Roja. Este mismo mes, y entre los actos de la Semana del Voluntariado, en el salón de plenos municipal, la institución rindió un sencillo pero emotivo homenaje de reconocimiento, en las personas de los que hasta ahora han presidido la Asamblea Comarcal; mujeres y hombres cabezas visibles de esta organización: entre ellas nombres como Josefina Arias de Miranda, José Alejandro Quintana, Fernando Redondo y Mercedes Berdugo…; o, de los más actuales: José Antonio Tudanca, Leonisa Ull, Abelardo Antón y Pedro de Benito.

La Asamblea arandina que -paralelamente- ha tenido también su complemento musical. En 1.955 se creó la Banda uniformada de Cruz Roja, que duró 12 años; y en 1.957 se formó la Banda de Cornetas y Tambores, que cumple ahora -de forma ininterrumpida- los 62 años, contando con unos 60 efectivos de todas las edades, y que participa en muchas actividades.

Es obligado, al finalizar estos apuntes socio-históricos, el agradecer su labor a Cruz Roja Aranda. A quienes están ahí de forma callada y voluntaria; a quienes sostienen económicamente a la institución, y a los que participan en alguno de sus proyectos (dando o recibiendo). A la gran familia que está ahora (desde 2.015) comandada por un presidente joven y ejecutivo, José Agustín Escudero, y ayudado -como vicepresidente- por la experiencia de quien ha sido el anterior dirigente durante 20 años, Pedro de Benito. A ellos, y a toda la compleja pero ilusionante organización humanitaria, nuestro aplauso y agradecimiento, Contad con el apoyo de Aranda, porque sois nuestros ‘Arandinos 10’.