La autovía A-52 y la despoblación

En la gráfica de la despoblación de las últimas dos décadas en la provincia, hay un caso particular: el efecto sobre las localidades afectadas por la puesta en servicio de las autovías, y en particular de la A52, que entró en servicio entre 1997 y 1998. Una autovía que cambió radicalmente la vida de las localidades por las que discurría la antigua carretera convencional entre Benavente y Galicia. Ganaron en tranquilidad, porque dejaron de soportar una fuerte densidad de tráfico, especialmente en las épocas de los grandes desplazamientos vacacionales, pero al mismo tiempo sufrieron una fuerte pérdida económica.

Especialmente localidades como Camarzana de Tera, Mombuey, Rionegro del Puente, Puebla de Sanabria o Requejo de Sanabria. Localidades con un floreciente comercio, y no sólo hostelero, que dejaron de percibir unos ingresos muy notables de unos viajeros de paso que repostaban o se detenían a descansar. De hecho, en 1998, el anuario de Banesto, por ejemplo, incluía a Camarzana o Mombuey entre los pueblos 10 de España por su florecimiento económico. Es decir, eran localidades que contaban con oficina bancaria abierta de todos los bancos y entidades de ahorro que entonces existían.

Hoy, apenas hay un par de sucursales abiertas o parcialmente abiertas. Y eso se ha traducido en un notable descenso demográfico: desde 1998, Rionegro, Requejo o Palacios de Sanabria, han perdido un tercio de su población. Camarzana casi un tercio. Asturianos ha perdido un cuarto de su población y Puebla de Sanabria ha perdido una quinta parte de sus habitantes. Mombuey es la que ha logrado sujetar algo más su censo, y sólo ha perdido un 16 por ciento. Frente a estos casos, una localidad de trasiego comercial equivalente, pero sin autovía, como Alcañices, sólo ha perdido un 11 por ciento de su censo en estos mismos años.