Cuando el Santo no es suficiente

Valencia

San Emeterio fue la referencia ofensiva de Valencia Basket durante toda la primera mitad. Entendiendo a la perfección los problemas del equipo para generar en estático, el alero cántabro desplegó todo su arsenal en los once minutos que estuvo en pista. Sobre todo, en acciones sobre Rochestie tras cambio defensivo. Sus doce puntos, unidos a dos triples de Vives saliendo desde el banquillo, permitieron al conjunto taronja mantenerse en el partido. Porque Kezmura supo parar a Dubi con la fórmula Milutinov/Rubit y, fundamentalmente, porque la sociedad Papanikolau-Vezenkov apenas encontró resistencia defensiva desde el 3-4 de Valencia Basket. En la pausa, tres arriba los griegos (36-39).

Tras el descanso, Olympiacos planteó nuevos desafios a la defensa local. Dos triples laterales del griego Anthony Koniaris -tras sendas asistencias de Sapanoulis, aprovechando que Valencia se cerraba sobre él- abrieron la máxima diferencia para el equipo griego (46-55). Ponsarnau buscó a su vieja guardia para suturar la herida. Con la dirección de Sam Van Rossom y seis puntos consecutivos de San M, el equipo recuperó las constantes vitales (59-63). Lástima que el trío arbitral se inventara una antideportiva de Labeyrie sobre Baldwin. Entre la polémica decisión y un triple imposible de Vezenkov, el equipo taronja acabó el tercer periodo siete bajo (63-70).

Pero en La Fonteta habita un grupo de guerreros que no se rinden fácilmente. El arranque de último cuarto fue sencillamente eléctrico. Con un parcial 7-0 y tres defensas excpecionales, Valencia Basket empataba a 70 faltando ocho minutos, obligando a Kezmura a solicitar tiempo muerto. La reacción no se alargó lo suficiente en el tiempo. Un triple de Vezenkov devolvía el golpe (0-8) y la renta para el conjunto griego (70-78). El aspirante a Top 8 también se repuso del mazazo, demostrando el nivel que tiene. Y además mejorando el parcial (9-0) para recuperar el control (79-78). Todo iba a decidirse en un final de locura.

Y así fue. Van Rossom y Dubi fallaron bajo el aro con 86-89 a falta de 40 segundos y dos tiros libres de Printezis sellaron la victoria de Olympiacos. Lástima.