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Cajeros automáticos

El medio rural se queda sin 'cash'

Cada vez resulta más complicado disponer de efectivo en el medio rural. Los ayuntamientos piden cajeros para paliar el cierre de oficinas bancarias y los vecinos se buscan la vida

Cajero automático / GETTY IMAGES

Cajero automático

Tarazona

Cada vez resulta más complicado tener efectivo en el medio rural de Aragón: las entidades bancarias están cerrando sucursales y los vecinos buscan alternativas para disponer de monedas y billetes, sobre todo las personas mayores: bajar a una localidad con mayor número de habitantes, pedirle a un vecino que baje con la tarjeta y el PIN a un cajero o, incluso, que un establecimiento de alimentación se acabe convirtiendo en un punto de retirada de dinero.

El Ayuntamiento de Torrellas solicita al Gobierno de Aragón y la comarca de Tarazona que negocien con las entidades bancarias el acceso al dinero de los vecinos y que haya al menos un cajero en cada pueblo que no tenga sucursal. Esta semana les han comunicado que cierra la oficina de Ibercaja que quedaba en el pueblo, y que solo abría 2 horas al mes.

En los pueblos, se está convirtiendo en algo habitual que los vecinos más mayores pidan ayuda para tener dinero en efectivo.  La alcaldesa de Torrellas, Pilar Pérez, explica que "hay gente que  te dice que les saques dinero cuando bajas a Tarazona y te deja su tarjeta pero, claro, porque es mi vecina se lo puedo hacer encantada. Y añade: "Entiendo que es gente mayor y que digan que 'se lo dejo a ella y sabe todo lo que tengo'", apunta.

Sin dejar esta comarca,  San Martín de Moncayo lleva más de 4 años luchando por contar con un cajero que le ha sido denegado en varias ocasiones. En el pueblo la falta de liquidez se suple con la entrega de efectivo en una carnicería tras pasar la tarjeta por el TPV.

Su alcalde, Jacob Ramírez, se suma a la propuesta de instar al Gobierno de Aragón y a la Diputación a que firmen un convenio con una entidad bancaria que permita dotar a cajeros a los pueblos. Afirma que la exclusión financiera de la población rural acelera los procesos de despoblación.

Una situación que se suma al cierre de oficinas en otras localidades de la comarca de Calatayud, que se conoció en el mes de noviembre.

Operaciones suprimidas en ventanilla en Teruel

Mientras, en la capital turolense, esta misma semana Ibercaja ha comenzado a suprimir el servicio de atención en caja a sus clientes y las operaciones en efectivo que habitualmente se realizan en ventanilla tendrán que hacerse en uno de los nuevos cajeros automáticos que la Entidad bancaria está instalando en sus oficinas. Son ingresos en efectivo, pago de tasas, recibos o devoluciones. 

La explicación que se ofrece en la comunicación que han recibido los clientes es para "dedicar más tiempo a ayudarles a la hora de tomar sus decisiones financieras", como ha denunciado en la Cadena SER Teodoro Corchero, representante en Teruel de la Unión de Consumidores de Aragón.

Corchero lamenta que se emplaza a los usuarios de la oficina de la Plaza Mansuetos a acudir a la oficina central de la Calle San Juan para realizar sus gestiones si quieren ser atendidos como hasta ahora, lo que califica de complicado, especialmente para las personas mayores. Una medida que, decía, se añade al cierre de oficinas en los pequeños municipios, lo que aleja de estos servicios a sus habitantes.

Desde la entidad bancaria señalan que solo han recibido una reclamación al respecto, y que desde hace varias semanas los trabajadores de la oficina están informando a los cilentes sobre el nuevo uso de cajero automático.

 
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