Aquí sigue sin dimitir nadie

Palma

La segunda transición política se parece extraordinariamente a la primera en que aquí no dimite nadie.

Con motivo del sobresueldo de 22 mil euros que reciben sin necesidad de justificantes los altos cargos importados por Podemos de otras regiones, pensé que alguno de ellos podría verse desbordado por la presión y abocado a regresar a su tierra.

Eran más de una docena, ni uno solo se ha desentendido del cargo que ocupa.

Más recientemente, el descubrimiento de que los centros de acogida del Consell son un semillero de prostitución de adolescentes hubiera sido suficiente para propiciar algún ajuste en el organigrama.

Qué va, aquí no dimite nadie.

La frase más repetida por los altos cargos es que pierden dinero y tranquilidad, que vivirían mejor en otro sitio y con otro trabajo.

Vale que son personas acostumbradas a mentir, pero queda claro que el vínculo que establecen con su cargo es superior al nexo que les une a su familia o a su lugar de nacimiento.

A cada nuevo escándalo, ya sea la actuación de Turismo en Son Espanyolet o de los órganos de vigilancia de menores, aprendemos que todo ha funcionado a la perfección.

Los gestores se ven reforzados por su errores.

Pues nada, a por el partido de homenaje.