Hay esperanza

Palencia

Es muy curioso observar cómo pasan sin pena ni gloria noticias que, a mi entender, deberían ser portada en todos los medios de comunicación. Son crónicas que tienen una relevancia muy importante en nuestra calidad de vida, pero que se ven ahogadas por los políticos con sus grescas y por los periodistas con su sensacionalismo.

En el dilema entre información o cuenta de resultados siempre gana esta última, lo que provoca es que los titulares que pueblan los noticiarios sean principalmente en referencia a la política, a pesar de que, por lo general, no supongan más que un rifirrafe de opiniones que no aportan nada de valor.

Hace muy poco tiempo pude leer y escuchar una noticia de las que van a representar un antes y un después en la salud mundial:“un estudio abre una vía de tratamiento contra la metástasis”. Para mí, es probablemente una de las diez informaciones más importantes que ha habido en la última década, ya que se puede predecir que, en un futuro muy cercano, el 90% de las muertes por cáncer dejen de producirse. Tenemos que tener en cuenta que por esta causa cada año mueren, a nivel mundial, millones de personas y, estas enfermedades junto a las del corazón, suponen más del 50% de los fallecimientos en los países avanzados.

Además, en este caso concreto resulta que el investigador principal es español, Joan Massagué, que desarrolla su labor, desde hace muchos años, en Estados Unidos. Estoy convencido de que si en el futuro recibiese el premio Nobel de medicina, seguramente la noticia aparecería en una pequeña esquina de la portada de los periódicos o al final de los titulares de cabecera de los telediarios.

Esta información también tiene una vertiente negativa, muchos de nuestros mejores talentos tienen que emigrar para poder desarrollar sus líneas de investigación. Esto es así porque la inversión en este apartado en España está muy lejos de la que se efectúa en los países líderes en transferencia del conocimiento.

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Creo que con una ley de mecenazgo que favorezca de manera prioritaria la investigación y con una apuesta decidida de las administraciones públicas para tener universidades de prestigio internacional, se podría, a medio plazo, situarnos a la cabeza del gasto en I+D+I.

Por eso no entiendo que después de las últimas elecciones locales, regionales y nacionales lo único que ha crecido es el número de vicepresidentes, ministros, consejeros, altos cargos y asesores. Es un gasto innecesario y que vendría muy bien para evitar que los jóvenes talentos tengan que irse de España.

Espero que algún día la sensatez ilumine a nuestra clase política.