Los pueblos libran una nueva batalla contra el éxodo bancario

Logroño

El cierre de las sucursales bancarias es una de las últimas batallas que se libra en los pueblos. En la actualidad, 87 pequeños municipios en La Rioja carecen de oficina y a finales de este mes se añadirán otros 27 coincidiendo con el estreno de la oficina móvil de Ibercaja.

Ante este panorama se apela a la presión social, que tan buenos resultados proporcionó con la gasolinera de Villanueva de Cameros, que sigue ofreciendo su servicio después de anunciar su cierre. Desde Izquierda Unida llevarán al Parlamento este debate con el fin de que el Ejecutivo riojano vuelva a tomar cartas en el asunto.

Desde Ibercaja se habla de un nuevo modelo de negocio que permita mejorar los servicios, ampliar los horarios y facilitar a sus clientes cualquier operación. Este mes estrenan su oficina móvil, un autobús equipado y con personal propio tras una inversión aparejada de 300.000 euros.

Para el alcalde de Camprovín, Arturo Villar, la estrategia de la banca supone un nuevo castigo para los pequeños municipios, que afectados por el descenso y el envejecimiento de población, la carencia de comunicaciones y el acceso a internet, ven cómo se siguen mermando sus servicios.

Bankia dispone de dos oficinas móviles que dan servicio a 57 pequeños municipios “en riesgo de exclusión financiera”, en sus propias palabras, donde residen 1.700 habitantes. Estas instalaciones favorecen que se lleven a cabo 33.000 operaciones al año. Aseguran que la experiencia resulta satisfactoria para vecinos y ayuntamientos. En sus instalaciones se atiende a los clientes entre una y cuatro veces al mes que puedan retirar efectivo, cobrar la pensión o pagar recibos o impuestos.

Desde la Federación Riojana de Municipios ha trasladado su reivindicación al Ejecutivo riojano para que las entidades financieras presten un servicio adecuado y suficiente y se ponga fin a la eliminación de cajeros y cierre de sucursales.