La mesa

La opinión de Juan Miguel Alonso (4/2/2020)
El código iframe se ha copiado en el portapapeles
León
Dice la EPA de enero que León pierde empleo, mientras la comunidad lo gana, que en León hay más parados mientras que en el conjunto del país hay menos. En fin, nada nuevo bajo el sol. Incluso bajo la sombra, si tenemos en cuenta que seguimos perdiendo población ( casi otros 4000 en el último padrón) y eso ayuda a maquillar las estadísticas más que una crema de ácido hialurónico .
Ahora CCOO y UGT proponen crear una Mesa por León, que permita sumar voluntades y proveer el compromiso de la Administraciones para salir del hoyo. Y ahí están , raudos y veloces, todos los enterradores prestos y dispuestos a hacerle el boca a boca al finado. PP Y PSOE en primera fila del sepelio, pero, inmediatamente, toda las cofradías: Podemos, UPL, Ciudadanos y hasta el sursum corda. Echo en falta a los Obispos de Astorga y León y al entrenador de la Cultural, que lleva unas semanas haciendo más patria que todos los Gobiernos de la Junta juntos ,desde Herrera hasta Mañueco. También un poquito a los empresarios , pero como ahora Cepedano está en el Coro de los Lyon , Non Cry con Puente e Igea, pues no se sabe muy bien.
Leo que la vicepresidenta Ribera está a punto de unirse a la fiesta y hasta el delegado provincial de Podemos va a llamar al vicepresidente Iglesias para que se sume al cónclave. Convendría que no vinieran todos a León, a la vez quiero decir, por si se rompe algo en Madrid y no hay nadie de guardia en Madrid.
Vaya por delante que yo estoy muy por la labor de hablar siempre, y que me gusta todo lo que se hace alrededor y encima de las mesas; en particular, comer, beber y jugar al mus, pero me preocupan algunas cosas prácticas como son las dimensiones de la mesa en cuestión, porque a este ritmo se necesitará una legión de carpinteros, y el orden de palabras porque , si van todos a decir la suya, aquello va a ser un no acabar nunca. E igual, cuando lleguemos a las conclusiones, ya han pasado unos años y no queda aquí ni el muerto en el entierro.




