Referente de hostelería, cultura y ahora con una gallega destacada

El Vitruvia, en la Plaza de Compostela, se hizo conocido porque James Rhodes improvisó una actuación en el piano de cola que reina en la planta baja en una visita a la ciudad para actuar en el Auditorio Mar de Vigo. Eso, para algunos; para muchos es el rincón del centro para reunirse, tomar café o desayunar mientras suena música clásica. Una idea irrenunciable, la de la música, que para Rosanna Ojea se ha convertido en la razón de que la reconozcan como Galega Destacada este año, un galardón que otorga Diálogos 90 con el apoyo del Concello de Vigo.

Por la música, la difusión de la cultura, con los conciertos que se organizan en el Vitruvia, tanto de música clásica como de jazz, y por la rama hostelera, también, a la que Rosanna llegó de imporvisto con su socio y que, cuatro años después, se ha asentado como un concepto, el de "Vitruvia", que va más allá de las paredes, las luces tenues o los muebles de madera, que te hacen pensar que estás en el salón de tu casa.

Rosanna confirma que la presencia de Rhodes les dio popularidad e imagen, especialmente porque el pianista británico afincado en España, repite con cada visita y lo comparte en sus redes sociales, como hizo este pasado fin de semana cuando actuó en el teatro Afundación. Pero la constancia y la idea se mantienen más allá de la anécdota, y sus conciertos y sus actividades culturales a la luz de un flexo y un buen café se materialice en ese reconocimiento.