El Campero
Música y gastronomía se fusionan en un bar casi centenario
Grabado del Bar Campero / Cadena SER
Valladolid
La calle Claudio Moyano alberga un establecimiento que ofrece un viaje por la gastronomía castellana con tintes sureños. Con el dibujo de un antiguo campesino a lomos de su caballo grabado en la fachada, El Campero fusiona la gastronomía castellana con la estética de un patio andaluz. Sus productos a la plancha y sus vinos son un atractivo para los cientos de clientes que cada día bajan los pequeños escalones que conducen a El Campero.
"El que entre con Dios venga, el que salga, con Dios vaya" / Cadena SER
"El que entre con Dios venga, el que salga, con Dios vaya" / Cadena SER
Fotografías antiguas del local / Cadena SER
Fotografías antiguas del local / Cadena SER
Una gran enredadera viste su techo y las flores que la decoran forma un pasillo hacia un pequeño altar, dónde fotos de la España de los años 30 se juntan con viejos licores y vinos. En una de las esquinas de este añejo establecimiento se erige un pozo del que ya no sale agua pero otorga una mirada diferente a este local.
Dibujo con motivos taurinos / Cadena SER
Dibujo con motivos taurinos / Cadena SER
Con casi 70 años de vida, las largas tertulias políticas y sociales han sido durante años la esencia del campero. Allí se reunían diferentes personalidades que pasaban su tiempo jugando en los antiguos billares. El Campero fue el primer bar que acercó el ‘snooker’ a Valladolid, un deporte poco popularizado en España pero con larga tradición en las islas británicas.
Este bar se ha conseguido adaptar a los tiempos y continúa galopando a lomos de la hostelería vallisoletana.
Los clientes veteranos de El Campero recuerdan con nostalgia un tocadiscos en el que los éxitos musicales de los años 60 y 70 retumbaban por todo el establecimiento.
