Paralizado el desahucio de El Astillero

Santander

“Si se puede”, es el lema que han vuelto corear en El Astillero la veintena de personas que ha impedido el desahucio de Lilian y su familia.

El juzgado de primera instancia nº 3 de Santander tenía previsto un nuevo lanzamiento para hoy viernes, pero, finalmente se ha suspendido.

Afectaba a una familia de cuatro miembros que “subsisten” con un solo sueldo de Lilian, la madre. “Trabajo limpiando pisos y malvivo con ingresos que oscilan entre 500 y 600 euros al mes”, ha contado en declaraciones a la Cadena Ser la propia afectada.

Hasta la calle Poeta Miguel Hernández se han desplazado la Guardia Civil, funcionarios del juzgado y el cerrajero para desalojar la vivienda, pero con las mismas, se han marchado, pasadas las 11.00 horas.

“Lilian dejó hace tiempo de pagar el alquiler ya que no disponía de suficientes ingresos”, explica Roberto Mazorra, miembro de la plataforma Stop Desahucios.

Su caso es similar al de muchas tras familias de la plataforma. “Ella alquiló la casa inicialmente con un particular que perdió el piso por una ejecución hipotecaria, el inmueble pasó a manos de Liberbank; y, posteriormente, al fondo inmobiliario de la entidad bancaria, Beyos y Ponga”.

Con esta última entidad Lilian firmó un nuevo contrato de alquiler y al poco tiempo, el inmueble fue vendido al fondo buitre Las Peñicas que “no ha querido negociar un alquiler”.

La plataforma Stop Desahucios calculan que más de 400 familias están en riesgo por la venta de sus pisos, concedidos en alquiler social por Liberbank, que ha vendido a su propio fondo buitre, Las Peñicas.

“Ahora toca esperar. El fondo buitre tendrá que volver a solicitar el desahucio y esperemos que nos de tiempo, hasta que se lo notifiquen, a buscar una alternativa habitacional, que está complicado”, ha indicado Mazorra.