Cuerda para rato
Qué duda cabe (11/02/2020)
01:50
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A Coruña
Buenas tardes, queridos oyentes. Hace ya una semana que murió José Luis Cuerda y estuve revisando en mi palacio de la mente cuándo fue la primera vez que supe de él. Recuerdo que fue de casualidad, en algún momento de los años 90, haciendo zapping una noche de aburrimiento, apareció Amanece que no es poco en La 2. Yo tendría 14 o 15 años y me quedé completamente embobado. ¿Qué es esto? ¿Unos extranjeros que unos días huelen bien y otros días van en bicicleta? ¿Elecciones a prostituta? ¿Gente naciendo del suelo? Nunca hasta aquel momento había visto una película tan surrealista. Yo estaba completamente absorbido por las películas americanas: Regreso al Futuro, Indiana Jones...y de repente, me encontré con aquella "cosa rara".
Me ocurrió algo parecido con el disco de la Mandrágora, de Sabina, Pérez y Krahe, que lo encontré de casualidad entre las cassettes de mis padres. Y ocurrió lo mismo con Les Luthiers, que también los tenían escondidos entre discos de Mocedades y Serrat.
En mi juventud nuestro Google eran los libros y los discos que guardaban nuestros padres o lo que buenamente programaban en los dos canales de televisión que había. Creo que fue gracias a Cuerda, Les Luthiers y Krahe que se despertaron en mi las ganas de hacer comedia. Ellos y el maestro Gila fueron mis influencias y ahora que casi ninguno de ellos sigue vivo, me doy cuenta de la suerte que tuve de crecer en una casa rodeada de tantos buenos estímulos.
A pesar de las ausencias, por suerte, el humor tiene Cuerda para rato. Qué duda cabe.