La tumba sin nombre de Alhassane Bangoura, el bebé que nació y murió en una patera

Arrecife

Tenía nombre, se llamaba Alhassane Bang. Su madre, -devastada y en otra isla, a más de 200 kilómetros-, no pudo asistir al entierro de su propio bebé en Lanzarote. La pequeña tumba de Alhassane no tiene nombre, ni tampoco flores. Ninguna de las decenas de tumbas de los inmigrantes que han muerto buscando una vida mejor en Lanzarote tiene flores. Al menos en el cementerio de Nuestra Señora de las Nieves, en Teguise, el único camposanto de Lanzarote que cuenta con una zona musulmana. Alhassane Bang nació en patera la noche del cinco de enero al Puerto de los Mármoles, en Arrecife. Murió pocas horas después. La embarcación salió de Tan-Tan de madrugada con la intención de llegar a Lanzarote siete horas después, pero estuvo cuatro días a la deriva. 

Un reportaje en profundidad de María Martín y Sara Rosati en El País ha desvelado los detalles del viaje de las 41 personas que iban en el interior de la patera. Quince de ellas eran mujeres y tres estaban embarazadas. "Con un motor de poca potencia, el compás roto y sin combustible suficiente, la embarcación quedó a la deriva a pocas millas de Arrecife", relata María en El País. Allí fue donde dio a luz la madre de Alhassane, que vivió solo unas pocas horas. Al llegar a puerto nada se pudo hacer por salvar su vida. Su historia conmovió a todo el mundo porque se trata de un ser humano cuya corta vida, -escasas horas-, se desarrolló íntegramente en el interior de una patera. Su cuerpo yace junto a decenas de migrantes que llegaron a Lanzarote en busca de una vida mejor. Escucha la crónica desde el cementerio en Hoy por Hoy Lanzarote aquí:

La comunidad de migrantes de Lanzarote tiene la intención de solicitar al Ayuntamiento de Teguise la instalación de una lápida al pequeño que refleje al menos su nombre: Alhassane Bangoura. "La gran mayoría de las tumbas de la comunidad musulmana que hay en este cementerio no tienen lápida, muchos tienen a su familia muy muy lejos, están todos enterrados en dirección a La Meca y ninguno tiene flores. Solo uno tiene una lápida", explica Eugenio Robayna, concejal responsable del camposanto. "Aquí hay muertos de la tragedia de los Cocoteros, también hay musulmanes con arraigo aquí y muchos otros que no han sido identificados y cuyas familias están muy lejos", explica el edil. Según explica el Ayuntamiento de Teguise, ninguna de estas tumabas tiene flores y la mayoría nunca reciben visitas.

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